El cuerpo del Papa Francisco reposa en la capilla de Santa Marta, casa del Papa argentino desde el principio hasta el final de su pontificado.
En esta capilla, sumida en una suave oscuridad, se congregaron sus colaboradores más cercanos para orar y rendirle un último homenaje. Junto a los empleados del Vaticano, también se ha permitido la entrada a los periodistas que desde hace varios años siguen diariamente al Papa argentino.
Alrededor de la residencia, el ambiente es de contemplación, lejos de las multitudes de la Plaza de San Pedro. Por dentro, justo a la izquierda de la entrada, la sala de recepción ahora está cerrada. Aquí es donde el pontífice recibía a numerosos invitados, a menudo por la tarde, fuera de la agenda oficial. Le gustaba sentarse bajo un cuadro de "María deshaciendo los nudos".
En religioso silencio, los que han acudido para encontrarse con el Papa Francisco, o para servirle, avanzan lentamente hacia la sala de mármol blanco que conduce a la capilla, donde el ataúd está ligeramente inclinado y es custodiado por dos guardias suizos

Su rostro está marcado por las últimas semanas de enfermedad. A su izquierda, está encendido el cirio pascual. Para los cristianos, representa la presencia de Cristo resucitado.
Conoce más detalles sobre su traslado a la Basílica de San Pedro y su funeral en el siguiente video.


