Campaña de Cuaresma 2025
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En el Evangelio del día de hoy, Jesús nos invita a reflexionar sobre nuestra tendencia a condenar y juzgar rápidamente a los demás sin reconocer nuestras propias imperfecciones. Ante una mujer acusada de adulterio, Jesús no responde con juicio, sino con misericordia.
Al decir "El que esté sin pecado, que tire la primera piedra", Jesús recuerda que todos somos imperfectos y necesitamos perdón. Su actitud no es justificar el pecado, sino ofrecer una oportunidad de conversión y transformación.
El padre Giovanni nos invita a reflexionar:
¿Eres más rápido para condenar que para perdonar?
En este evangelio, traen ante Jesús a una mujer sorprendida en adulterio. La arrastran públicamente, no para hacer justicia, sino para poner a prueba a Jesús.
"La Ley de Moisés manda apedrear a esta mujer. ¿Tú qué dices?"
Pero Jesús no responde de inmediato. Se inclina y escribe en el suelo. Luego se levanta y dice una de las frases más poderosas del Evangelio:
"El que esté sin pecado, que tire la primera piedra."
Y uno a uno, todos se van.
Los que venían con piedras listas no soportaron el peso de su propia conciencia.
Jesús se queda solo con la mujer. No la humilla, no le echa en cara su error. Le pregunta:
"¿Nadie te ha condenado?"
"Nadie, Señor."
"Tampoco yo te condeno. Vete y no vuelvas a pecar."Jesús no justifica el pecado, pero le ofrece una salida: la conversión.
Él no viene a destruir al pecador, sino a levantarlo.
¿A quién estás a punto de apedrear con tus palabras, juicios o actitudes?
Este evangelio nos confronta:
Jesús no nos lanza piedras, nos tiende la mano
Hoy Él también te dice:
"Tampoco yo te condeno. Vuelve a empezar."