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El pasado 25 de febrero se publicó el decreto que permitirá la canonización de dos laicos, uno de ellos es Bartolo Longo, fundador del Santuario de la Virgen del Rosario de Pompeya, patrona de la ciudad.
Un converso enamorado del rosario
Siendo un abogado de 31 años, Bartolo era encargado de administrar una hacienda en el valle de Pompeya. Recién converso, la pobreza material y espiritual que encontró en este lugar tocó especialmente su corazón.
Convencido de que había sido Dios quien lo había conducido a Pompeya, y resuelto a difundir la devoción al Rosario, fundó la Cofradía del Rosario, una hermandad dedicada a acompañar, con el rezo y las obras físicas, a las personas que sufrían por una enfermedad o muerte de un ser querido.
“El rosario es definido también como medicina para nuestras llagas”, decía.
Aunado a esto, Bartolomé siente el deseo de construir un pequeño altar a la Virgen del Rosario en la iglesia parroquial que se encontraba en ruinas y sin actividad pastoral. Esta pequeña construcción fue creciendo en popularidad y arquitectura hasta convertirse en el santuario que conocemos.

Un centro de suspiros

La construcción de este santuario, hoy basílica pontificia, estuvo lleno de retos y contrariedades; sin embargo, después de 15 años (1876-1891), Longo pudo ver su obra terminada gracias a la cooperación y donativos de fieles de todo el mundo.
Bartolomé lo definió como un “centro de suspiros, de plegarias, de fervorosas preces, de ardientes súplicas, y de los más entusiastas votos de millares y millares de católicos que por mar y por tierra, y en todos los puntos del globo, llenos de confianza se dirigen a ella, entonando a todas horas y en todas las lenguas: Spes nostra, salve”.
El 4 de mayo de 1901, diez años después de que se terminara su construcción, el Papa Leon XIII elevó el santuario a la dignidad de Basílica Pontificia.

Una obra barroca y renacentista

El Santuario de la Beata Virgen del Rosario de Pompeya se encuentra en la localidad italiana con el mismo nombre, ubicada a poco más de tres horas de distancia en auto de Roma. Con una medida total de dos mil metros, su construcción es una combinación de estilos Renacentista y Barroco.
Este es uno de los santuarios más visitados de Italia, con más de cuatro millones de peregrinos por año; entre los cuales se han encontrado los últimos tres papas: Juan Pablo II en 1979; Benedicto XVI en 2008 y Francisco en 2015.
La edificación, que puede alojar hasta seis mil fieles, fue concebida por el arquitecto Antonio Cua y ha sobrevivido a importantes acontecimientos históricos, como erupciones volcánicas y la Segunda Guerra Mundial.
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