Cuando los padres temen que su bebé no sobreviva lo suficiente tras el nacimiento -como en el caso de un bebé gravemente enfermo o prematuro- dada la emergencia pueden realizar un bautismo in extremis o "baptismus in periculo mortis" (bautismo en peligro de muerte).
Agua sobre la cabeza
Al verter agua sobre la cabeza del niño, uno de los padres o una persona de su elección pronuncia la fórmula válida "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo" (CEC 1284).
Este bautismo in extremis es válido aunque tenga lugar fuera de las condiciones habituales (ausencia de sacerdote, sin ceremonia en una iglesia, etc.) y garantiza al niño el acceso a la gracia del bautismo en caso de muerte inminente, permitiendo así la salvación según la enseñanza de la Iglesia católica.
Completar el rito
Si el niño sobrevive, debe celebrarse un rito adicional en la iglesia para acogerlo en la comunidad cristiana y expedir un certificado de bautismo a los padres.
"Esto no significa, sin embargo, que el bautismo in extremis sea inválido", advierte el padre Cédric Burgun, Doctor en Derecho Canónico y Vicedecano de la Facultad de Derecho Canónico de París. El rito complementario es, pues, necesario para entrar en la comunidad cristiana. También permite recibir gracias adicionales para ayudar al niño a crecer en la fe cristiana.
Como en el bautismo tradicional, no hay un día obligatorio para la celebración de este rito, pero suele tener lugar un sábado por la tarde o un domingo, no necesariamente durante la Misa. "Lo importante es hacerlo lo antes posible, como se indica en la introducción del libro Ritual del Bautismo de Niños", señala el padre Cédric Burgun.
Unirse a la comunidad cristiana
También conocido como rito secundario en el lenguaje común, este complemento del bautismo comienza con el diálogo inicial y la entrada del niño en la iglesia. Como en la ceremonia tradicional del bautismo, se da la bienvenida al niño a la comunidad cristiana y se le asigna su nombre de pila.
Sin embargo, a la pregunta "¿qué quiere para su hijo?" en este momento de la ceremonia, los padres que ya han bautizado a su bebé en el último momento no responden "que sea bautizado", sino "que sea reconocido como parte de la Iglesia"", explica el padre Cédric Burgun.
También se comprometen a educarle en la fe católica. Los padrinos también se comprometen a apoyar al niño en la fe cristiana, lo que incluye educarle y acompañarle en la vida cristiana. La señal de la cruz al comienzo de la celebración "marca la huella de Cristo en la persona que va a pertenecerle y significa la gracia de la redención que Cristo nos adquirió con su cruz" (CEC 1235).
Los ritos faltantes
A continuación tiene lugar la entrada del niño en la iglesia, la lectura de la Biblia, la proclamación de la fe y la letanía de los santos. "Inmediatamente después, tiene lugar la oración común. Luego puede tener lugar una acción de gracias para que los padres puedan agradecer al Señor por la vida salvada de su hijo", explica el padre Cédric Burgun.
En seguida se procede a la unción con el Santo Crisma (óleo consagrado por el obispo). "Este rito está en el corazón del bautismo porque marca la fuerza de Cristo y los santos dones del Espíritu Santo que recibe el recién bautizado", explica el padre Cédric Burgun.
Los momentos culminantes de la ceremonia son la entrega de la vestidura blanca y el encendido del cirio pascual (que simboliza a Cristo como luz del mundo). "La vestidura blanca simboliza que el bautizado se ha "revestido de Cristo" (Gal 3,27): ha resucitado con Cristo.
La vela significa que Cristo ha iluminado al neófito. En Cristo, los bautizados son 'la luz del mundo'" (CEC 1243). Así, el rito complementario del bautismo, aunque no es necesario para su validez, refuerza el significado espiritual y comunitario de este primer sacramento.
El certificado de bautismo
Al final de este rito, los padres reciben un certificado de bautismo, que el niño utilizará a lo largo de su vida para los distintos sacramentos, como el matrimonio o la ordenación. Los padres que desgraciadamente hayan perdido a un bebé bautizado in extremis al nacer también pueden solicitar un certificado a su parroquia", explica el padre Cédric Burgun.
"Aunque no ayudará al niño, a los ojos de los padres será una forma de reconocimiento eclesial de lo que se ha hecho. Esto parece importante, sobre todo en este tipo de situaciones dramáticas".