Aviones del ejército israelí atacaron la noche del 9 al 10 de octubre Derdghaya, cerca de Tiro, ciudad del sur de Líbano situada a unos veinte kilómetros al norte de la frontera con Israel. Los ataques aéreos tuvieron como objetivo dos salas de iglesia pertenecientes a las parroquias de la eparquía greco-católica de Tiro, informa Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Poco antes de uno de los ataques, otro se dirigió contra la casa del sacerdote y las oficinas parroquiales de tres plantas, destruyéndolas por completo. Estos dos ataques causaron la muerte de al menos ocho personas. Cinco de las víctimas eran miembros de la Defensa Civil libanesa, según confirmó la organización.
Con más de un millón de desplazados y cientos de ataques en pocos días, la guerra entre Israel y Hezbolá en Líbano hace temer una tragedia humanitaria sin precedentes. Desde el 23 de septiembre, cuando comenzaron los ataques en Beirut, han muerto más de mil 110 personas.
El martes 7 de octubre, Israel anunció también que había ampliado su ofensiva terrestre al sur del Líbano, tras desplegar allí su cuarta división y pedir a los residentes que evitaran la zona costera. Aunque los líderes de Hamás y Hezbolá murieron en los bombardeos, los dos movimientos terroristas siguen lanzando cohetes contra el Estado judío.