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“Yo era muy anticatólico porque no veía a mis padres como buenos católicos practicantes y tenía varias ideas equivocadas sobre el catolicismo”, cuenta Franco Aurelio, un joven criado por una madre soltera en la convulsa y multicultural ciudad de Manhattan, en Nueva York, que ahora dedica su vida a la evangelización digital.
El popular evangelizador digital es colaborador de una influyente activista provida y creador de contenido para sus propias cuentas. En entrevista nos comparte su travesía espiritual y el encuentro con Dios, en la Iglesia Católica, que lo llevó a convertirse y querer anunciar el evangelio a la generación z.
“Mi madre no quiso confirmarme al saber que era un proceso de varios meses, así que solo me bautizaron e hice la primera comunión. Viví una vida muy secular en general. Consideré el Islam en la preparatoria y con el tiempo acabé interesándome por la espiritualidad de la Nueva Era (New Age) pero duró poco, antes de que me dijera a mí mismo que todo parecía un catalizador para ser mejor persona y no un encuentro real con Dios”, comparte Franco y sigue:
Me di cuenta que el cristianismo era más sabio en sus posturas y estaba alineado con los valores que yo consideraba importantes y reales"
“Cuanto más me informaba, más me daba cuenta de que mi compasión y mi preocupación por los más vulnerables y las cosas que apoyaba en realidad perjudicaban a las personas a las que intentaba defender. Me di cuenta que el cristianismo era más sabio en sus posturas y estaba alineado con los valores que yo consideraba importantes y reales. Leer la Biblia reafirmó toda la moral que estaba empezando a apreciar. A la vez, Dios puso muchas buenas influencias católicas en mi vida que ayudaron a corregir mi conceptos erróneos con respuestas sólidas y me confirmé el año pasado, en 2023”.
Necesitamos saber y enseñar
Derivado de esta experiencia propia, Franco defiende que las explicaciones filosóficas y científicas son enormemente eficaces para la gran mayoría de su generación -la gen z- a quienes busca llevarles esa información a través de las plataformas de redes sociales.
“Necesitamos saber exactamente qué enseña la Iglesia y porque tiene esas enseñanzas. Es peor cuando a una persona se le da una enseñanza católica incorrecta que a ninguna enseñanza católica en absoluto".
Sin embargo, señala que no debe perderse de vista el motivo por el cual no formamos e informamos como católicos: "No sirve de nada saber perfectamente qué y por qué la Iglesia tiene sus enseñanzas si se es orgulloso y arrogante cuando intentas enseñar"; por ello, llama a los jóvenes a evangelizar con los dones que Dios les dio "aprendiendo primero lo que Dios realmente enseña y comunicándose de una manera que pueda ganar corazones".
La evangelización digital
Franco comparte que la evangelización digital ha sido una travesía vigorizante y muy desafiante, pero reconoce que esta plataforma es actual y enormemente conocida. Además, los retos de las redes sociales han dejado una lección para él:
"El pecado y la tentación están presentes y eso me recuerda que debo aumentar mi vida de oración y seguir pidiendo la gracia de la humildad. Anhelo ser un ejemplo que afirme que es posible hacer grandes cosas sin corromperse".
Y añade: "El mensaje que busco compartir es el de la humildad y el amor: virtudes que se encuentran perfectamente en Jesús a través de su Iglesia Católica, virtudes que Él encarna perfectamente.”