Desde hace cuatro años la estatua del fraile franciscano san Junípero Serra (1713-1784) ha sido objeto de ultrajes por parte de personas que pertenecen a los pueblos originarios de California y de activistas que consideran que la labor del padre Serra, lejos de ser civilizadora, fue en contra de los derechos humanos de quienes habitaban esas regiones en el siglo XVII.
Con la idea de que el pasado puede ser reivindicado ensañándose con las representaciones del presente, la estatua conmemorativa del misionero de la Sierra Gorda (en México) y de las Californias (entonces territorios de la Nueva España) fue retirada de diversos lugares, entre ellos de la Misión Basílica de San Buenaventura en 2020, por las autoridades municipales.
Intento civilizador
La Misión de san Buenaventura (ante la cual creció la actual ciudad de Ventura) fue la última de las nueve misiones que fundó san Junípero Serra en California (las otras son, por orden de fundación, San Diego de Alcalá, San Carlos Borromeo-Monterrey, San Antonio de Padua, San Gabriel Arcángel –en el área actual de Los Ángeles–, San Luis Obispo de Tolosa, San Fernando Rey de España, San Francisco de Asís y San Juan Capistrano).
Quienes habían objetado el legado de San Junípero –canonizado por el Papa Francisco en Washington el 23 de septiembre de 2015– fueron los descendientes directos de la cultura chumash a quienes el padre Serra intentó civilizar e introducirlos a la religión católica, al tiempo que les enseñaba diversos artes y oficios para su progreso y subsistencia.
La misión de San Buenaventura fue construida en 1782 por este fraile franciscano, nacido en Mallorca, cuya orden se hizo cargo de la evangelización de la Alta California después de que el 25 de junio de 1767, el Rey de España Carlos III decreta la expulsión de los jesuitas habían propagado el Evangelio en esa zona desde principios del siglo XVII.
Diálogo abierto y en paz
La devolución de la estatua de san Junípero –quien también fundó las misiones de la Sierra Gorda en el actual Estado de Querétaro (México)—fue producto de una cooperación entre la Iglesia católica, los descendientes de los chumash y las autoridades locales de Ventura, así como líderes cívicos que han preferido construir comunidad que propagar la división y el odio.
“En la tierra ancestral de los chumash, (san Junípero) Serra trató de ser un padre espiritual para los indígenas de Alta California”, dijo el padre Thomas Elewaut, párroco de la Basílica de la Misión de San Buenaventura y director de Sitios Históricos de Misiones de la Arquidiócesis de Los Ángeles.
Más adelante señaló: “Es apropiado que su imagen siga implicando un diálogo pacífico y abierto sobre la historia de los pueblos indígenas, la época de las misiones, la conquista española, la ocupación mexicana, la Fiebre del Oro y, finalmente, el Estado de California en los Estados Unidos de América, todo lo cual ha impactado e influido en la historia de esta tierra”.
Siempre adelante
El pasado 29 de febrero la escultura de bronce de tres metros de altura y de un peso cercano a las tres toneladas, fundida en 1989 y puesta frente al Ayuntamiento de Ventura, recobró su presencia ante la población californiana y ante los eventuales detractores de su pasado.
Curiosamente su ida y vuelta tiene que ver mucho con la propia figura de san Junípero, este fraile andarín cuyo lema era “Siempre hacia adelante, nunca hacia atrás”, y que regresó restaurado y enhiesto, tras una campaña de recolección de fondos de 30,000 USD realizada por la Misión de San Buenaventura.
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