Para formar un matrimonio inquebrantable, con una verdadera dinámica de equipo, se requiere -primero que nada- comprender el gran misterio de amor que hay en este precioso sacramento; es decir, vivir sabiendo que ahora son uno mismo, como lo dice la Biblia: "Los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido". (Mc 10, 8-9)
Matrimonio: sacramento de unión verdadera
Aleteia entrevistó a la familiológa Lupita Ramírez, quien explicó que, según el canon 1055 de la Iglesia Católica, la unión entre hombre y mujer fue "elevada por Cristo a la dignidad de sacramento".
"En este sacramento se hace presente un signo invisible en algo visible, lo cual es la confirmación de la voluntad de los esposos para ser una sola carne y lo que conlleva: buscar la santidad juntos, en cada momento de su vida desde que dicen ese 'sí' en el altar".
Un equipo fortalecido en virtud
Para lograr esta dinámica, es importante "hablar desde el noviazgo, para que la pareja, al contraer matrimonio, pueda trazar un único plan de vida con el mismo fin (la santidad) y así ser un verdadero equipo", añadió Lupita
Sin embargo, "esto no quiere decir que los dos harán exactamente lo mismo, o que uno tendrá que sacrificar sus gustos o proyectos para hacer lo que el otro le pide, al menos no siempre".
Aquí te compartimos algunos puntos que te pueden ayudar a evaluar y mejorar la labor de equipo que tienes con tu cónyuge:
1Dividir las actividades en el hogar
Nuestra especialista comparte que las actividades de cada uno dentro del hogar deben ser repartidas de acuerdo a las habilidades y al resto de responsabilidades de cada uno, como pueden ser el trabajo y el cuidado de los hijos.
2Tomar decisiones juntos
Siempre debe considerarse la opinión de ambos ante cualquier decisión, por más pequeña o grande que sea. Sobre todo en el campo financiero y en la crianza de los hijos.
Se deben tomar en serio los sentimientos de ambos ante cualquier situación, ya sea buena o no tan buena. Esto les ayudará a afrontar conflictos y crisis matrimoniales; además, facilitará que ambos sepan que hay un interés mutuo.
4Acompañarse en la enfermedad
Al contraer matrimonio prometen acompañarse en la salud y en la enfermedad, por lo que Lupita nos comparte que esta promesa también es parte de formar equipo entre los esposos.
Si uno llega a enfermar, el otro puede ayudarlo en sus necesidades y acompañarlo. Este punto aplica también para los trastornos de la salud mental.
En el caso de un desempleo, dice Lupita, "también es necesario trabajar en equipo y, juntos, buscar la forma de salir adelante económicamente".
6En la fe y en los desiertos espirituales
Siempre es importante mantener la fe activa, sobre todo ante los problemas personales de uno de los cónyuges.
"Si alguno de los dos está pasando por un desierto espiritual, que el otro lo motive a seguir frecuentando la oración y sacramentos, y siendo ese apoyo para que les sea más ligero ese momento difícil de sequía espiritual".
Ver el matrimonio de esta manera nos hace entender que algo tan precioso como esta unión es meramente un regalo que Dios nos da, por lo tanto, al ser algo tan hermoso, conlleva sus esfuerzos por preservarlo; recuerda que el amor, con amor se paga