Las "monedas" no pueden sustituir a la "ternura", advirtió el Papa Francisco al celebrar el Ángelus el 3 de marzo de 2024, tercer domingo de Cuaresma. El Pontífice, de 87 años, que desde el pasado sábado 24 de febrero ha aligerado su agenda y delegado la lectura de sus discursos debido a una bronquitis, leyó su texto de pie desde su ventana del Palacio Apostólico que da a la Plaza de San Pedro.
Al introducir la oración mariana, el Pontífice meditó sobre el Evangelio del día en que Jesús expulsó a los mercaderes del templo (cf. Jn 2,13-25). Invitó a los bautizados a no convertir su encuentro con Dios en un "mercado", donde la regla es "comprar, pagar, consumir".
La relación con Dios debe ser "cercana y confiada", no "distante y comercial", insistió el Obispo de Roma, subrayando que las "monedas" no pueden sustituir a la "ternura".
Las monedas no pueden sustituir la ternura"
Durante el tiempo de Cuaresma, en preparación de la Pascua, instó a los fieles a "hacernos a nosotros mismos y a los que nos rodean más domésticos y menos comerciales". La idea, dijo a la multitud, era difundir la "fraternidad" en lugares donde hay "un silencio embarazoso, aislante y a veces incluso hostil".
En su meditación, Francisco también nos instó a rezar "mucho", no "como comerciantes avariciosos y desconfiados", ni mientras "miramos el reloj".