¿Cómo ayudar a tantas personas que sufren y mueren hoy tratando de escapar de la miseria? Seguramente existen muchas maneras de afrontar el reto migratorio y las desigualdades en el mundo. Lo que está claro es que urge responder, y en ello puede ser de gran ayuda inspirarse en quienes realmente han ofrecido respuestas eficaces a los países empobrecidos y a la injusticia; personas como san Daniel Comboni, el fundador de los misioneros combonianos, que dedicó toda su vida a los africanos.
El 15 de septiembre del 1864 mientras Daniel rezaba ante la tumba de san Pedro en Roma, concibió su Plan para la Regeneración de África, que contiene 5 brillantes claves para ofrecer una ayuda eficaz a los países empobrecidos.
1Conocer a quién quieres ayudar
Comboni hizo 7 viajes a África. Convivió con varias tribus y pueblos. Se interesó mucho por sus culturas y lenguas porque consideraba importante conocer bien a las personas a las que quería ayudar.
2Contar con ellos
Este sacerdote de origen italiano quería "evangelizar África con los mismos africanos". Después de acercarse a ellos y conocerlos, Daniel Comboni estableció vínculos. Realmente confiaba en ellos; los consideraba sus hermanos y trabajaba junto a ellos en un esfuerzo común de liberación.
3Unir fuerzas de manera organizada
Misionero y después obispo, Comboni propuso un consejo central que coordinara y dirigiera los esfuerzos de las distintas instituciones y países para la regeneración de África. Así lo expresó:
"El Proyecto que osaríamos proponer y someter a la Sagrada Congregación de Propaganda Fide sería la creación de innumerables Instituciones de ambos sexos que rodearían toda África, colocados sensatamente en lugares adecuados, a la menor distancia posible de las regiones interiores, en territorios seguros y algo civilizados, en los que pudiesen vivir y trabajar tanto los europeos como los indígenas africanos".
4denunciar las injusticias
Con libertad y valentía, Comboni denunció la esclavitud, la pobreza, las condiciones de vida injustas de los africanos, el abandono de los pueblos. Y ello sin responder a más intereses que el amor y asumiendo riesgos cuando era necesario. Como cuando anunció "la hora de África" precisamente en el tiempo del máximo desprecio por la “Nigrizia”.
5Compromiso hasta el sacrificio
Daniel Comboni se dedicó en cuerpo y alma a los africanos, promoviendo su desarrollo, cuidando las artes y las profesiones, impulsando la familia y a la mujer como motores de transformación cultural y social, cultivando la espiritualidad… Su compromiso abarcó toda su vida hasta la muerte, en Sudán, víctima de las fiebres con solo 50 años. Porque, como él escribió:
"Las Obras de Dios siempre han nacido y crecido al pie del Calvario, y deben recorrer, como Jesucristo, el camino de la pasión y muerte para alcanzar la resurrección".
6llevar la verdadera riqueza a los pobres
Al implicarse en África, Daniel Comboni no buscaba mantener el bienestar propio o de los países desarrollados, ni un equilibrio de poder o de intereses, ni siquiera el progreso meramente material de los países pobres. Su intención era compartir la verdadera riqueza que él había descubierto: el Evangelio. Y dejar así que Cristo responda plenamente a las necesidades de todo ser humano.