Cielo abierto es un proyecto que se encarga de evangelizar a través de la música y la adoración eucarística. Con conciertos, adoraciones nocturnas, retiros y misiones permanentes en la Arquidiócesis de México, este proyecto busca que las personas se enamoren de Dios.
El proyecto hoy suma 255 conciertos masivos de adoración en 83 ciudades de 14 diferentes países de Latinoamérica, con la participación de 92 ministerios de música de distintas nacionalidades y 1 millón 855 mil personas que se han encontrado con Jesús en sus conciertos de adoración.
Un complemento del plan pastoral de la Iglesia
Pedro González y Cristal Dominguez, el matrimonio fundador del proyecto, da dirección a esta misión encomendada por Dios con la visión de complementar la labor de la Iglesia. Cada lugar visitado durante estos 13 años del proyecto ha sido producto de una estrecha colaboración con las diócesis que visitan.
Cristal comentó que los obispos y sacerdotes los envían a lugares específicos con diferentes tipos de problemáticas, lo cual les ha permitido estar más cerca de las personas, comprender sus situaciones, compartir su dolor y escuchar sus inquietudes.
“Fuimos a La Ceiba, Honduras, en donde nunca habían tenido un solo evento católico. Hemos ido a poblaciones como Riohacha, que es una problemática frontera con Venezuela y donde hay mucha pobreza. En Colombia, nos mandaron a parroquias donde estábamos en medio de una zona conflictiva con inseguridad, violencia, drogadicción e indigencia; en Monterrey, fuimos al centro más grande que recibe a todos los migrantes de Latinoamérica en la República Mexicana. Esta misión ha sido sumamente hermosa porque hemos podido llegar a muchas realidades, a muchas problemáticas, a muchas acciones pastorales”, expresó.
Pedro y Cristal han encontrado mucha satisfacción y alegría al ver cómo Cristo llega a tantas realidades diferentes, y también al conocer a sacerdotes santos que se entregan a su comunidad. “Hemos visto muchos sacerdotes ‘oliendo a oveja’, como se los ha pedido el Papa Francisco, que verdaderamente están dando la vida y entregándose por nuestros hermanos”, comentaron.
Una promesa cumplida por Dios
Cielo abierto nació en medio de una crisis provocada por la recesión económica del 2009 en Estados Unidos y las restricciones de la pandemia de Influenza en México. Este matrimonio, que ya dedicaba su vida al ministerio de alabanza con el Grupo Emmanuel, veía muy complicado continuar con esa labor debido a la situación del país. Además, su estado de salud era delicado y su matrimonio cargaba con una profunda tristeza a causa de no haber podido tener hijos.
Cristo, en la oración, prometió que tenía reservada una misión muy grande y próspera. Las cosas fueron avanzando, el proyecto se fue gestando y, a partir de la alianza de este matrimonio con dos bienhechores del proyecto, Cielo abierto se hizo posible.
El proyecto “vino a darnos las fuerzas para seguir adelante y saber que podíamos seguir; saber que Dios quería otro tipo de fecundidad para nosotros y eso nos ayudó muchísimo”.
Pedro tiene claro que poner a Cristo al centro de su vida le ha dado un sentido para vivirla. “Ponerlo a Él en el centro de mi vida, me la ha devuelto; me ha devuelto la vida que yo sentía que no tenía sentido”.
Por eso, recuerda que la adoración al Santísimo es el centro de la Iglesia, es donde las comunidades y movimientos se unen y suceden milagros, que bien pueden ser extraordinarios -como las sanaciones- pero también, y sobre todo, milagros de conversión. Cristal, por su parte, ve la adoración como un estilo de vida; como una actividad que se debe desempeñar las 24 horas del día.
Desde el Auditorio Nacional y por medio de las redes sociales
Bajo el lema de “Tú, al menos ámame" -palabras que le da el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María Alacoque- este viernes 29 y sábado 30 de septiembre habrá conciertos de Cielo abierto en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México. En el evento participarán los cantantes Ana Bolivar, de Colombia; Grupo Emmanuel, de México; Gerson Pérez, de Venezuela; Eduard Muñoz, de República Dominicana y Si7, de Estados Unidos.
La entrada será gratuita y los boletos para el evento serán repartidos en las 18 noches de adoración previas al concierto que se realizarán en diferentes parroquias de la ciudad y su área metropolitana. Para el resto de la república y otros países, el concierto del sábado será transmitido por las redes sociales de Cielo abierto.