Corea es un país de numerosos mártires. Con una fascinante cultura, muy diferente a la occidental, la Iglesia coreana inició su camino gracias a la fe de los laicos que quedaron prendados de Jesús.
Con 103 santos, 123 beatos y más de 200 siervos de Dios, de acuerdo con la Conferencia del Episcopado de Corea del Sur, no nos cabe duda de que se trata de una tierra bendita, regada por sangre de mártires que sufrieron una cruel persecución religiosa en el siglo XIX, durante la que se calcula que fueron asesinados diez mil católicos. Actualmente, la Iglesia coreana tiene casi seis millones de fieles, 12 mil religiosos y más de 5 mil 500 sacerdotes activos.
Para darnos una idea de la santidad que impera en Corea, presentamos a cuatro de estos campeones de la fe.
1Andrés Kim Taegon
Andrés Kim Taegon fue el primer sacerdote católico de origen coreano. Nació en una familia noble. Su padre fue martirizado (al igual que él) por practicar el cristianismo.
Se bautizó a los 15 años y estudió en el seminario de la colonia portuguesa de Macao, que en la actualidad pertenece a China.
El 17 de agosto de 1845 fue ordenado sacerdote en Shanghái y después volvió a Corea a predicar y evangelizar. Fue la época de la dinastía Joseon, que persiguió duramente el cristianismo, por tanto, los católicos recurrieron a practicar su fe en secreto.
En 1846, Andrés fue torturado y decapitado cerca de Seúl en el río Han a la edad de 25 años.
2Pablo Chong Hasang
San Pablo Chong Hasang fue hijo del mártir Agustín Jeong Yak-jong, que murió cuando él tenía 7 años. Entonces su madre, él y sus hermanos se fueron a una zona rural.
Pablo viajó a Pekín, China, como intérprete del gobierno, donde en 1825 conoció al obispo de esa ciudad, a quien pidió enviar sacerdotes a Corea y por su medio, escribió al papa Gregorio XVI para solicitar la creación de una diócesis en Corea.
Pablo estaba a punto de ordenarse presbítero cuando estalló la persecución. Después de ser arrestado fue torturado y clavado a una cruz, muriendo decapitado a los 45 años de edad.
3Yi Sung-hun
Yi Seung-hun, bautizado con el nombre cristiano de Pedro, fue el primer católico coreano y mártir.
En 1783 viajó a Pekín con su padre, donde los misioneros jesuitas le enseñaron el catecismo y luego recibió el bautismo. Al año siguiente volvió a Corea llevando muchas publicaciones católicas. Fue maestro y bautizó a algunos coreanos.
En 1794, por haber organizado la entrada en Corea del padre chino Ju Moon-mo, fue condenado al exilio y en 1841 fue condenado a muerte en la prisión de Seosomoon de Seúl.
4Bárbara Cho Chungi
Bárbara Cho Chungi fue una laica cristiana coreana, proveniente de una familia noble de buena reputación. A los 16 años se casó con otro cristiano que luego fue mártir también, Sebastián Nam I-gwan. Tuvieron un hijo que murió a los pocos días de nacido.
Cuando comenzó la persecución en 1801 muchos de los familiares de Bárbara fueron martirizados y su esposo Sebastián fue enviado al exilio. Protectora de sacerdotes, fue arrestada en julio de 1839.
Se negó a renegar de su fe y a revelar dónde se escondía su esposo, por lo que fue severamente golpeada y torturada. Su esposo también fue arrestado y torturado.
Ambos fueron valientes y aceptaron morir por su fe.
Bárbara Cho Chungi fue decapitada en las afueras de Seúl el 29 de diciembre de 1839 a la edad de 36 años, junto con otros seis católicos.