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En 2009, Brenda intentó enviar un mensaje de texto a un amigo con una cita motivacional de la Biblia, pero accidentalmente ingresó el número equivocado y envió el mensaje a una persona desconocida.
El mensaje era:
«Y no hagáis nada por contienda o por vanagloria, sino con humildad, considerad a los demás superiores a vosotros mismos».
(Filipenses 2, 2-3)
Según informó el portal Today, el destinatario de este mensaje fue Isaías.
Isaiah respondió: «Amén. ¿Quién está ahí?» Cuando Brenda respondió, agregó: «Nunca nos hemos conocido, pero puedo ver en tu mensaje que amas a Dios, y eso es genial».
Brenda se disculpó por enviarle un mensaje por error, pero Isaiah no quería que la conversación terminara ahí y le preguntó si podía llamarla en algún momento.
Un error que resultó ser un milagro
Brenda pensó que era un poco raro porque él ni siquiera sabía cuántos años tenía o qué aspecto tenía.
Su teléfono sonó al día siguiente. Era Isaiah.
«Por supuesto que no contesté. Estaba un poco asustada, pero aún quería que dejara un mensaje de voz para poder escuchar cómo era su voz», recuerda Brenda. Isaiah en realidad dejó un mensaje de voz diciéndole que la cita que ella había enviado le alegró el día y le hizo sonreír.
Brenda pensó que su mensaje era muy sincero, así que decidió devolverle la llamada. Ya en la primera conversación mencionaron la posibilidad de encontrarse en persona, ya que rápidamente intuyeron un vínculo entre ellos.
Después de una conversación telefónica, se hicieron amigos en Facebook. Brenda vio su foto:
«Lo encontré atractivo, aunque no era el tipo de chico que me suele gustar. Me mudé a los EE. UU. desde México cuando tenía 12 años, así que siempre me imaginé con un hombre más oscuro, cabello rizado, hablando español, bailando salsa, exactamente lo contrario de lo que vi. Isaiah estaba bien afeitado y me dijo que no sabía bailar.