Reconoce que, de entrada, vacaciones y Semana Santa parece una combinación imposible. Por un lado, las vacaciones suelen llevar implícito el relax, un perfil bajo, parar máquinas, etc. Y da la impresión que, vivir la Semana Santa, sólo es posible con sacrificios, renuncias y exigencias.
Pues se puede. Es más fácil que compaginar el color rojo con el rosa, y ya vimos cómo arrasó esta combinación de colores en las mejores pasarelas. Sólo es cuestión de organizarse. Por eso, quiero dejarte un planning orientativo con posibles actividades para estas vacaciones.
Martes. Estrenando la Semana de Pasión. Puedes organizar la mañana o la tarde para sacar un hueco y que toda la familia rece el Vía Crucis: uno adaptado que puedan entenderlo hasta los más pequeños. En casa tenemos el Viacrucis… con ojos de niños, de la editorial Noticias Cristianas. Es un folleto pequeño que os puede acompañar, durante más o menos veinte minutos, por la Pasión del Señor, adaptándola a la medida de los más pequeños. Al terminar, podéis disfrutar de unos columpios a los que nunca hayáis ido, para que los niños salgan de su zona de confort e intenten hacer nuevos amigos.
Miércoles. Suele ser el día del espectador y, en esta semana de vacaciones, es una opción muy tentadora. ¿Qué tal si preparas el cine en casa? ¿Qué película? Mi recomendación es María de Nazaret, una película preciosa y delicada que puedes ver con toda la familia. Si se os hace muy larga, deja la segunda mitad para el día siguiente.
Jueves. Prepara ropa elegante y anúnciales a qué hora vais a ir a los Oficios. ¿Por qué ropa elegante? Porque vamos a honrar como se merece al gran Amigo, al que ha dado la vida por nosotros, y, si vamos a ir guapos por fuera, que nadie se quede sin ir guapo por dentro: tenemos que llevar el corazón reluciente. ¿Cómo lo conseguimos? Con una buena confesión. Y, después, un chocolate caliente en ese sitio tan apetecible de tu ciudad. Será el tentempié perfecto para empezar a hacer los Monumentos: visitar los bellos sagrarios que custodian a Nuestro Señor; siete visitas que es bueno que formen parte de nuestra historia familiar.
Viernes. Éste es el gran día. Recuérdales a los más pequeños de la casa que, hasta que Jesús murió, nadie, y repíteles, nadie, había podido ir al Cielo. Que sean conscientes de que, en esa Cruz, nos dejó pagadas las entradas del Cielo a todos y cada uno de nosotros, aunque no todos quieran ir a recoger su entrada (te la dan gratis en el confesionario). Explícales por qué ese día papá y mamá ayunan, y cuéntales en qué consiste ese ayuno. Después de los Oficios, podéis dar un paseo por la ciudad y, si tienes adolescentes, proponles, sin lugar a dudas, ver la película La Pasión, de Mel Gibson, así como la entrevista a Jim Caviezel sobre el rodaje de la película que puedes encontrar en youtube. Anímalos a que inviten a sus amigos.
Sábado. Este sábado tiene que ir cogiendo el sabor del 23 de diciembre, sobre todo a medida que se acerca la noche. Día para preparar, para cocinar juntos, para decorar la mesa del día siguiente.
Domingo. Se tiene que notar que el Domingo de Resurrección es el día más importante del año. Hay que celebrar, celebrar y celebrar. Poneos guapos y saludad a todo el mundo, deseándoles "¡Feliz Pascua de Resurrección!".
Y, si necesitas una escapada, no lo dudes: ven a mi ciudad, a mi querido Ferrol, donde todo el ambiente, con sus procesiones y sus imágenes, te ayudará a descansar y a disfrutar de la mejor de las maneras de la Semana Santa. ¿Combinamos el rojo con el rosa? Why not?