Prevenir, detectar, intervenir y reparar los casos de abusos sexuales a menores que puedan identificarse, o cometerse, en cualquier colegio católico. Ese es el objetivo de la Guía elaborada por Escuelas Católicas, la principal organización de centros católicos de España, que aglutina a más de 1.200.000 alumnos… y que está abierta a ser utilizada también en América Latina.
Como explica para Aleteia el secretario general de Escuelas Católicas, Pedro Huerta, «esta guía es fruto de un trabajo de casi 6 años con expertos de distintos sectores, no sólo para garantizar que todos los colegios católicos sean espacios seguros», sino también para que «profesores, familias, alumnos y las propias instituciones educativas, estén bien preparados para enfrentarse a un problema tan doloroso, y que preocupa tanto a la sociedad y a la Iglesia, como el de los abusos».
«Ningún colegio abre para hacer daño»
«Ningún colegio, absolutamente ninguno, abre cada mañana para hacer daño a los niños que nos son confiados», explica Huerta. «Sin embargo, no podemos ignorar que en los colegios, también en los católicos, como en otros sectores de la sociedad, en ocasiones hay personas que se aprovechan de la confianza que hemos depositado en ellos para abusar de los niños», apunta.
Ante esta realidad, el secretario general de Escuelas Católicas explica que «nuestra identidad católica nos exige actuar con contundencia y diligenciapara garantizar que cada alumno sea cuidado y protegido como merece, como las familias esperan de nosotros y como nos pide el Evangelio».