Afortunadamente, esta vez fueron encontrados a tiempo. No hubo asfixiados ni deshidratados, aunque estaban a punto de serlo. Un camión de carga, 343 migrantes encerrados, abandonados a su suerte en el Estado de Veracruz, aledaño al Golfo de México.
Prefiero este infierno
Con temperaturas cercanas a los 35 grados centígrados, en medio de la nada, sin poder salir, como ganado al matadero, 343 migrantes trataban de escapar de los infiernos en sus propios países y se encontraron de frente con el despiadado infierno de los "coyotes", los tratantes de personas que operan en la región a sus anchas.
Bajo el pretexto de llevarlos al norte, hasta la frontera con Estados Unidos, "tierra de la gran promesa", los migrantes, mayoría de centroamericanos que huyen de la falta de oportunidades, de la pobreza extrema, de la sequía, de las maras y de la delincuencia. Encuentran, casi siempre, obstáculos inenarrables.
Si se le pregunta en la calle de alguna ciudad de México, donde piden limosna, en ocasiones cargando a niños de brazos, todos responden lo mismo: "prefiero este infierno que volver a casa". La oportunidad de llegar a Estados Unidos es cada vez más baja. Quedarse en México se vuelve otra opción.
103 menores de edad no acompañados
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Migración (INM, autoridad mexicana encargada de la cuestión migratoria en su conjunto), el camión de carga abandonado en Veracruz llevaba en su caja, apilados, a 343 personas de las cuales 103 eran menores de edad no acompañados, provenientes de Guatemala (en su mayor parte).
Además de los menores, se encontraban en el camión de carga 212 personas adultas de Guatemala, Honduras y El Salvador, así como algunos ecuatorianos. Por lo demás, según el INM, 28 migrantes de entre los 343 múltiples núcleos familiares de Guatemala y El Salvador.
El camión de carga abandonado, sin conductor, fue localizado en la carretera que conecta a las localidades de Cosamaloapan y La Tinaja, en plena selva tropical de Veracruz. Los migrantes se encontraban en el compartimento de carga, "que contaba con un doble piso de estructuras metálicas, así como ventiladores anclados en la parte baja y ventilas en el techo".
Para equiparar aún más lo que está sucediendo con los migrantes y los "coyotes", según ha informado el INM, las personas encontradas en el camión portaban brazaletes de colores como medio de identificación, lo que habla de bandas organizadas desde América Central hasta Estados Unidos.
"Los 103 menores no acompañados y los 28 que conforman los núcleos familiares quedarán bajo la tutela del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (SDIF) del Estado. Por su parte, los mayores de edad serán sometidos al proceso administrativo para definir su situación jurídica dentro del territorio mexicano", según el comunicado del INM.
¡Detengan a los traficantes!
El camión de carga fue encontrado el domingo 5 de marzo, justo el día en que el papa Francisco expresa su dolor por la tragedia de Cutro, en Crotone (Italia). En el Ángelus, el pontífice lanzó un grito de alarma que debería resonar en esta región del mundo: ¡Que se detenga a los traficantes de seres humanos, que no sigan disponiendo de la vida de tantos inocentes!
¿Habrá voluntad para llevar a cabo un tratado multilateral que permita que las personas migrantes –en primer lugar, mujeres y niños—no tengan que sufrir las vejaciones y los sufrimientos que ahora padecen en su tránsito por México?