Los cambios sociales que se produjeron en las relaciones familiares y domésticas bajo la influencia del cristianismo han sido descritos por numerosos historiadores. ¿Cómo fue esta revolución iniciada por los seguidores de Cristo? Estos son los cambios más importantes que logró:
1CONTRA LA POBREZA DE LA FAMILIA
El primer punto de esta lista puede generar algunas dudas. ¿Cómo es? Después de todo, el Catecismo de la Iglesia Católica habla de la familia como “iglesia doméstica” (CCC 2204) e “imagen de la comunión del Padre y del Hijo en el Espíritu” (CCC 2205). Sin embargo, vale la pena distinguir entre los conceptos de “deificación” y “santificación”.
En algunas culturas precristianas, la familia misma se convirtió en objeto de culto.
“Todo era divino en la familia. El sentido del deber, el afecto natural, el ideal religioso, se mezclaban y expresaban en una sola palabra. (…) El hombre amaba entonces a su familia como ama hoy a su Iglesia”, escribe el historiador Fustel de Coulanges.
El proceso de deificación específica era particularmente visible en el caso del cabeza de familia, generalmente un hombre.
En tiempos precristianos, las mujeres romanas ni siquiera tenían sus propios praenomen (apodos, nombres). Por ejemplo, Cornelia era simplemente la hija de Cornelio (“de la Casa de Cornelio”).
Las adolescentes, si no eran abandonadas en la infancia, eran obligadas a contraer matrimonio concertado. Básicamente se puede decir que cambiaban de dueño.
Y aunque esta práctica no desapareció de la noche a la mañana, el cristianismo introdujo un nuevo “tipo” de mujer antes desconocido: la monja.
Una mujer que decidía elegir este tipo de camino abandonaba la “deidad paterna” por el Padre Celestial, el Dios verdadero.
Las vidas de los santos están llenas de historias de mujeres maravillosas que eligieron la vida religiosa en contra de los deseos de su familia.
Rechazar un matrimonio concertado y optar por la virginidad era una decisión inimaginable e imposible en tiempos precristianos.
Así, contrariamente al estereotipo común, el patriarcado no es una invención de la Iglesia. Por el contrario, el padre de familia se ganó una “instancia superior” con la que tenía que contar: Dios.
2EL MATRIMONIO COMO UNIÓN DE DOS PERSONAS
“La Iglesia fue la primera en la historia del mundo en mirar el matrimonio en relación con el individuo, viéndolo no como una institución social, sino como la unión de dos seres para su desarrollo personal, para la realización de su vida terrenal y sobrenatural”, dijo una vez la medievalista Régine Pernoud.
“Ya no hay judío ni gentil, ya no hay esclavo ni libre, ya no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”.
San Pablo (Gálatas 3,28)
Dios desea la salvación para cada persona, otorgando también la misma dignidad a mujeres y hombres. Por eso la Iglesia se opone al aborto o la esclavitud.
3EL MATRIMONIO COMO FACTOR DE DESARROLLO DE LA CIVILIZACIÓN
En noviembre de 2019, el biólogo Joseph Henrich publicó un artículo en la prestigiosa revista Science que analizaba el impacto del modelo familiar adoptado en el desarrollo de civilizaciones mundiales individuales.
Según su investigación, el mundo occidental debe su salto evolutivo al modelo formado bajo la influencia de la enseñanza moral de la Iglesia.
La oposición a la poligamia y al incesto, pero también a los matrimonios infantiles y a otros matrimonios arreglados, va de la mano con un aumento en el nivel de creatividad, inconformismo, pensamiento analítico y objetividad en la sociedad.
Los fenómenos negativos mencionados anteriormente son típicos de las culturas tribales y paganas.
En ellas el bien y la voluntad del individuo están sujetos a una subordinación mucho mayor al bien común.
Esto va acompañado de problemas sociales como el conformismo, la obediencia ciega del individuo, el nepotismo o la profundización de las divisiones sociales (intertribales).
Hoy celebramos a...