"Nuestro país continúa viviendo una crisis política, social y económica profunda. Un escenario que pone en entredicho el modelo de gestión que por más de veinte años ha guiado los destinos de la nación". Así denunció la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) el 12 de enero de 2023, al culminar la 19 asamblea ordinaria, realizada en Caracas desde el 7 de enero.
La exhortación dirigida a los venezolanos está inspirada en la cita bíblica: "En nombre de Jesús Nazareno, levántate y camina… y de un salto, se puso de pie y caminó", del libro Hechos de los Apóstoles. Con ella buscan dar respuesta a esta realidad "que estamos ‘padeciendo’ junto con ustedes". Pues "nosotros también somos parte de este pueblo; fuimos elegidos como sus servidores", dice uno de los párrafos del documento recibido por Aleteia.
Resaltan el surgimiento de "nuevas élites económicas" en el país, donde éstas muestran lo que llaman una "burbuja", como resultado del "capitalismo socialista salvaje" gobernante.
"Contrasta y resulta ofensiva para quienes, como nuestros educadores, personal de salud, obreros, trabajadores informales y pensionados, intentan subsistir con unos ingresos paupérrimos. Y que hace que la brecha de desigualdad entre ricos y pobres sea cada vez más escandalosa", dijeron los obispos.
Protestas en Venezuela y amenaza de paro nacional
La denuncia de los obispos se produce en el marco de una serie de protestas convocadas por los empleados públicos, especialmente los vinculados al sector educativo, salud y empresas básicas del estado: aluminio, hierro, petróleo y otros rubros.
Desde el lunes 7 de enero, justamente cuando los obispos instalaron la asamblea que anualmente realizan por esta fecha, Venezuela se sumió en masivas protestas, algunas de las cuales dejaron personas detenidas, heridas y amenazas contra los líderes sociales.
Algunas de estas detenciones han trascendido a los medios, como es el caso de los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco, SIDOR, en el estado Bolívar, donde fueron detenidos Juan Carlos Arias, Remos Ramos, Over Ramos, Juan Mendoza y Nery González.
Mientras, en los portones de la empresa BAUXILUM fueron detenidos David Torres y Luis Coro. A todos se les acusa de hostigamiento al odio, agavillamiento, asociación para delinquir y alteración del orden público. Pero existen muchas otras detenciones.
La muerte del salario en Venezuela
El viernes 13 de enero, los maestros y demás empleados públicos volvieron a las calles, en algunos casos vestidos de negro, "como símbolo de la muerte del salario" en Venezuela. Aunque el dólar no es la moneda oficial, todo se compra y vende bajo esta divisa. Hasta el mismo Banco Central de Venezuela cotiza y compite con el dólar en el mercado paralelo.
Los educadores han visto reducir sus ingresos salariales por debajo de los 8 dólares mensuales, algo que no les alcanza ni para comer, según los testimonios recogidos por Aleteia. Milagros Medina cobra 145 bolívares mensuales; es decir, 7,63 dólares, según la tasa del BCV. Cuando se le preguntó si esto le alcanzaba para comer, su respuesta fue: "Para nada". Y agregó: "Tuve que abandonar el posgrado porque tampoco alcanza para el pasaje”.
El llamado a las protestas por parte de los gremios de trabajadores públicos continuará este lunes 16 de enero, sin descartar la realización de un paro nacional.
CEV: Una realidad que nos paraliza
El Episcopado Venezolano destaca que el país sigue viviendo una "realidad que nos paraliza", debido a la profunda crisis social, económica y política, "con una de las inflaciones más altas del mundo y una moneda nacional en continua devaluación, el día a día de los venezolanos resulta cada vez más complicado".
Compartieron que "esta situación ha obligado ya a más de 7 millones de personas a salir del país, según cifras de la Agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR. Ha generado la corriente migratoria más grande de América Latina y el Caribe en los últimos 50 años. Un éxodo, sobre todo de jóvenes, que no se detiene, y empobrece el presente y el futuro del país".
Llamado a la unidad. "Como pastores, una vez más, queremos renovar la urgencia de la búsqueda de una unidad nacional mayor que logre la reinstitucionalización democrática del país, recuperando ese terreno de encuentro común que debe ser el texto y el espíritu de la Constitución nacional", dicen los obispos de Venezuela.
"Venezuela, despierta y reacciona: ¡Es el momento!"
Nuevamente trajeron al recuerdo las palabras de San Juan Pablo II durante su visita a Venezuela en 1996: "Venezuela, despierta y reacciona: ¡Es el momento!". Lo dijeron con la intención de caminar juntos, de pie, con dignidad. "Hoy es el momento de despertar de nuestra postración para despojarnos de todo vestigio de resignación, indiferencia o egoísmo".
Explican en el documento que esta motivación es para generar conciencia de la propia dignidad humana y responsabilidad compartida. "Levantarnos y caminar juntos para sembrar esperanza, actuar con decisión, cultivar valores y promover una forma de hacer política basada en el bien común y no en intereses particulares o en fines ideológicos".
Por eso, invitan a los creyentes y personas de buena voluntad a vivir un "protagonismo consciente de ciudadanía responsable", a no dejarse robar la esperanza.
"Es fundamental que pasemos de la lamentación a la acción liberadora. Que nos pongamos, en cada diócesis, parroquia, y comunidad, en cada liceo y universidad, en cada empresa, oficina y comercio, de cara a la parálisis nacional. Y cada uno se pregunte qué puedo hacer yo, cuánto más puedo aportar, cuánto y en qué ámbitos puedo pasar del yo al nosotros, elevando y multiplicando el bien que producimos", destacaron la exhortación.
Obispos venezolanos claman unidos al Papa Francisco
Los obispos "en medio de las dramáticas circunstancias del país", unidos al Papa Francisco exigieron que no haya «ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ningún pueblo sin soberanía, ninguna persona sin dignidad, ningún niño sin infancia, ningún joven sin posibilidades, ningún anciano sin una venerable vejez».
Finalmente, hicieron un llamado apremiante: "No nos quedemos inmóviles, esperando a que las cosas las arreglen otros o mejoren por sí mismas. Tenemos que levantarnos, confiados en la ayuda de Dios, y con valentía arriesgarnos unidos a construir un mejor país".
El documento fue leído a cuatro voces y en nombre de los arzobispos y obispos de la CEV, por los monseñores: Tulio Ramírez, obispo de Guarenas; Juan Carlos Bravo, obispo de Petare; Lisandro Rivas y Carlos Márquez, obispos auxiliares de Caracas.