Estas Navidades se buscan corazones enamorados de la familia, enamorados de la vida en todas sus etapas, enamorados de la belleza de la Creación, enamorados de lo cotidiano, enamorados y abrazados al día a día y sus tropiezos.
En las últimas semanas, ¡cuántas veces he pensado en esta frase de san Josemaría!
“Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.”
San Josemaría, Surco, n. 795
A las puertas de la Navidad, el Instituto Nacional de Estadística de España ha publicado las cifras por causa de muerte en el año 2021. Por primera vez en la historia se han superado las 4.000 muertes por suicido.
Entre los datos, hay una cifra que es especialmente preocupante: el número de suicidios en la edad comprendida entre los 10 y 14 años se ha duplicado con respecto al 2020. Concretamente, han fallecido por suicidio 22 menores de 15 años, el doble que en 2020.
Ante estos datos tan dolorosos (han fallecido por suicidio 75 menores de edad en 2021) es evidente que algo estamos haciendo mal como sociedad. Además, los datos recabados del 2022 ya apuntan a un incremento del 5% de suicidios, aunque todavía no se disponga de los informes finales. Los datos se pueden consultar en este enlace.
En la mirada del Otro sobre nosotros encontramos nuestro valor, dignidad y riqueza. Y yo me pregunto:
¿Cómo miramos al otro? ¿Cómo miramos nuestra vida y el bien que es en ella la compañía del prójimo?
La sociedad necesita corazones enamorados que sean capaces de iluminar la vida del que abraza su cruz ya sin fuerzas y exhausto; corazones enamorados que sean bandera de la gracia que supone estar vivo, en toda circunstancia.
El ‘efecto Papageno’ (en nombre deriva de uno de los personajes de la Flauta Mágica de Mozart que antes sus dificultades trató de suicidarse pero otros personajes de la obra le quitaron la idea mostrándole otras alternativas a sus problemas) es más que necesario en estos días: ¡tenemos muchos motivos para seguir viviendo! Y todos podemos ser un agente de prevención para la desesperanza:
Si estás buscando la felicidad, debes saber que Dios te ha creado para ser feliz.
Ya casi es Navidad.
“El comienzo de la fe es saber que necesitamos la salvación. No somos autosuficientes, solos nos hundimos”
(Bendición Urbi et Orbi, Papa Francisco 2021)
En estas fechas navideñas, si nos dejamos enamorar por el Niño Dios, haremos que quien esté a nuestro lado pueda también acercarse a Quien es la respuesta y sanación de las necesidades más profundas de su corazón.
Nuestro corazón ha sido creado para amar
Estas Navidades se buscan corazones enamorados. No lo dudes, tu corazón ha sido creado para amar: un corazón que ama siempre vence en su lucha cotidiana.
Hay cosas que nos ocurren sin haberlas elegido, pero sí podemos elegir cuál será nuestra respuesta a eso que nos ha ocurrido.
María y José vivieron con corazón enamorado
Está claro que hay cosas que nos ocurren sin haberlas elegido, pero sí podemos elegir cuál será nuestra respuesta a eso que nos ha ocurrido. Es decir, podemos hacer de todo instante una vida bella que respira gracias a un corazón enamorado. Así lo hicieron María y José, vivieron cada instante con un corazón enamorado.
Tenlo claro, es una suerte para muchos que tú existas: ¡vive con un corazón enamorado! El Niño Dios “se alegrará y gozará contigo, te renovará con su amor” (Sofonías 3, 18).
Hoy celebramos a...