Sentado en un banquillo, con una camisa de color azul y con menos peso. Así fue que se vio al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien fue presentado por primera vez (se mostraron algunas imágenes públicamente) por el régimen de Daniel Ortega tras 116 días bajo «arresto domiciliario».
Según informaron medios locales como La Prensa, el régimen –a través de la Fiscalía- acusó este 13 de diciembre a Álvarez «por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense».
Otros medios como Confidencial recuerdan que una autoridad judicial –sin un nombre precisado- le nombró a Álvarez un defensor de oficio, le decretó el arresto domiciliario y programó una audiencia inicial para el 10 de enero de 2023.
De esta manera, se agrega, Álvarez, quien hace poco acaba de cumplir los 56 años, se convierte en el primer obispo arrestado y acusado desde que Daniel Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007.
La detención de Álvarez, quien también es administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, sucedió el pasado 19 de agosto cuando la Policía orteguista allanó la curia episcopal donde permanecía con un grupo de sacerdotes y laicos, varios de ellos también permanecen detenidos.
«¡Rolando, no estás solo!»
En medio de trascendidos de algunos medios como Divergentes que dan cuenta, en base a fuentes judiciales y eclesiales, sobre el eventual traslado hace un mes de la casa de sus familiares a otra administrada por el régimen, las reacciones tras la reparación de Álvarez no se hicieron esperar.
Uno de los primeros en pronunciarse fue el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, quien desde su exilio en Miami calificó de «crimen» lo que hace el régimen contra Álvarez.
«Es un crimen lo que hace la dictadura de Nicaragua contra mi hermano obispo, Mons. Rolando J. Álvarez. Ultrajándolo se condenan a sí mismos. ¡Rolando, no estás solo! Estamos contigo, rezamos por ti y exigimos tu libertad. Contigo está Dios, quien no abandona a sus profetas», expresó el obispo a través de sus redes sociales.