Papa Francisco nunca pierde la esperanza. Nadie podrá decir nunca que no habló de Ucrania, que no pidió por la paz, que no hizo llamamientos a los gobernantes. En el día de la Virgen Inmaculada, el Papa Francisco afirmó, tras la oración mariana que "el desarme es posible", que todo es posible con la ayuda de Dios y la intercesión de la Virgen María. Un nuevo mensaje de esperanza que se une a todas sus peticiones e intercesiones.
"Con la ayuda de Dios la paz es posible, el desarme es posible, Dios quiere nuestra buena voluntad. Que la Virgen nos ayude a alcanzar este objetivo", explicó el Papa anunciando que esta tarde irá a la Basílica de Santa María la Mayor y a la Plaza de España para pedir "la paz por la martirizada Ucrania, que está sufriendo tanto".
Antes del rezo del Ángelus, Papa Francisco reflexionó sobre la fiesta de hoy, la Inmaculada Concepción de María y recordó como Dios al llamarla "llena de gracia" le revela su mayor secreto.
El Papa explicó que a todos nosotros nos puede pasar algo parecido, porque "hemos recibido un don inicial que ha llenado nuestra vida, un bien mayor que todo, una gracia original, de la que, sin embargo, a menudo no somos conscientes".
Se trata de aquello que recibimos el día de nuestro Bautismo, por eso es bueno que lo recordemos, ¡y también que lo celebremos!", añadió el Papa destacando que "Dios descendió a nuestras vidas, nos convertimos en sus hijos amados para siempre. ¡He aquí nuestra belleza original de la cual nos podemos regocijar!".
"Encomendémonos a María hoy, cada día, repitiéndole: "María, te encomiendo mi vida, mi familia, mi trabajo, mi corazón y mis luchas. Me consagro a ti. Tómame de la mano, guíame tú: contigo redescubriré mi belleza original", finalizó Papa Francisco su intervención antes de rezo del Ángelus.