La importante iglesia de Santa María la Nova en Nápoles, esconde uno de los grandes misterios de los últimos tiempos, la tumba del conde Drácula.
Una conclusión a las que han llegado algunos expertos en el año 2014, después de significativos estudios científicos e históricos.
Drácula
Muchos lo conocen por Drácula, gracias a la famosa novela fantástica gótica de Bram Stocker, basándose en el personaje histórico, del príncipe Vlad Draculea III de Valaquia, denominado “el empalador”.
Su denominación se debe a que cruelmente martirizaba a sus víctimas atravesando un palo por todo el cuerpo para luego clavarlos en los jardines de su castillo.
A pesar de las crueldades de sus métodos contra sus enemigos, es considerado héroe nacional de Rumanía, por la lucha contra la invasión otomana.
¿Cómo ha llegado Vlad III príncipe de Valaquia a Nápoles?
Según algunos investigadores Vlad III fue traído a Nápoles por su hija Maria Balsa después que en 1476, en una batalla contra los turcos, fuera dado por muerto.
A su vez Maria Balsa habría llegado a la ciudad, gracias al rey Fernando de Aragón, un gran aliado de Vlad, que habría acogido en su familia a su hija para salvarla de la persecución turca.
El verdadero nombre de María sería Zaleska y el apellido ‘Balsa’. Según el erudito napolitano Raffaele Glinni, balsa, podría traducirse como ‘hija del dragón’, dado que en rumano antiguo el dragón se indica con el término ‘bal’, mientras que el sufijo ‘sa’ correspondería a ‘hijo’.
Más tarde María se casó con el hijo del camarlengo del rey, Giacomo Alfonso Ferrillo. Los Ferrillo eran una conocida familia noble de la ciudad.
El misterio de la tumba de Drácula
En 2014 algunos estudiosos italianos, apoyados en opiniones de expertos de la Universidad de Tallin, supusieron que la tumba de Matteo Ferrillo (suegro de María) podría albergar los restos de Vlad.
María Balsa habría escondido el cuerpo de su padre en la tumba de su suegro, que se encuentra en el claustro de la importante iglesia Santa Maria la Nova.
Posiblemente lo hizo para dar una digna sepultura a su padre, que fue excomulgado de la Iglesia por sus atroces acciones.
¿Por qué llegaron a esta conclusión? Las decoraciones presentes en el compartimento central, en particular un dragón, podrían ser la clave.
También los símbolos de matriz egipcia, nunca vistos sobre una tumba europea. Dos esfinges opuestas, emblema de la ciudad de Tebas, llamada ‘Tepe’ por los egipcios, que haría alusión al Conde Vlad Tepes (empalador).
Otra indicación simbológica sería una de las estrellas del escudo de armas de los Ferrillo que se encuentra representada en la tumba. Extrañamente su punta está para abajo, queriendo indicar la excomunión.
En particular, se llega a la hipótesis de que el cuerpo de Vlad se encontraría en aquella tumba, al tratar de analizar una misteriosa inscripción en la Capilla Turbolo de Santa María La Nova.
La escritura es indescifrable, y la única palabra claramente legible y recurrente es ‘Vlad’.
El misterio continua, y la asociación que se dedica a estudiar esta incógnita, está recogiendo fondos para poder seguir financiando esta investigación.
Fuente: Santi, Miracoli, Misteri e Santuari: Appunti e testimonianze sulla fede, Paolo Mesolella, pag. 275; santamarialanova.com
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