El 11 de Octubre en Bilbao (España) se festeja con grandes honores a Nuestra Señora de Begoña, imagen de la Virgen María muy querida y de la cual nacen varias leyendas en torno a su aparición.
La fiesta es llamada "Día de la Amatxu": Día de la Madre en euskera.
Historia y leyendas de la Virgen de Begoña
Una de las leyendas más conocidas sobre esta imagen es la de la aparición de la estatua en el siglo VIII en lo alto del monte Artagan.
Fue encontrada por un pastor sobre un espino y allí mismo erigieron una pequeña ermita para venerarla.
Luego la gente del lugar quisieron encontrarle un lugar más apropiado para la veneración, pero cuando quisieron trasladar la imagen de la Virgen no pudieron moverla ni de un centímetro.
Y de ella salió una voz que decía: ¡Bego-oña!, ¡Quieto el pie!
Esto es lo que cuenta una de sus leyendas, pero lo más seguro es que el señor de Vizcaya, don Diego López de Haro haya donado la imagen a Begoña.
Lo cierto es, según algunos documentos, que la imagen ya se encontraba al comienzo del siglo XIV en la pequeña iglesia rural de Begoña.
La imagen
La hermosa imagen de la Virgen y el Niño Jesús, tiene una altura de 0,93 metros, tallada en madera de tilo.
La Virgen se encuentra sentada sobre un trono sencillo y en su regazo sostiene al Niño Jesús.
La basílica de Nuestra Señora de Begoña
Las obras de la basílica en el lugar del santuario comenzaron en 1511 y duraron casi un siglo, estuvo a cargo del arquitecto Sancho Martínez de Asego, excepto la torre que fue diseñada por Martín de Garita.
De estilo prevalecientemente gótico, consta de una amplia nave central con ábside poligonal y dos naves laterales, sobre diez robustos pilares cilíndricos.
La imagen de la Virgen no se pudo trasladar a su nueva iglesia hasta diciembre de 1603, cuando fue instalada en un modesto altar.
El historiador y artista Francisco de Mendieta y Retes pinta, en 1607, una escena de boda en el interior de la recién consagrada iglesia.
Luego la pintura fue sustituida por un retablo de Pedro de la Torre y Antonio de Alloytiz.
La basílica tuvo que ser reconstruida varias veces en los años a causa de la invasión napoleónica y las guerras carlistas.
El 27 de marzo de 1908, Pío X, concedió al templo el título de basílica menor y se encuentra adscrita a la Basílica de San Juan de Letrán en Roma, por lo tanto es posible adquirir indulgencia plenaria según las costumbres y ritos de la Santa Iglesia.
La Virgen y los pescadores
Los pescadores del País Vasco, le tienen mucho cariño a la Virgen de Begoña. Son muchos los relatos de favores recibidos gracias a esta imagen. Así lo atestiguan marineros que han sufridos grandes tormentas y dificultades dentro del mar, peligrando sus vidas.
De hecho hay un barrio llamado "La Salve" que se encuentra en el recodo de la Ría de Bilbao. Este era el primer lugar que pisaban los marineros cuando volvían a la ciudad y viendo hacia las torres de la basílica rezaban una "Salve" a la Virgen, en agradecimiento por haberles protegido en sus viajes.
Las fiestas en honor a la Virgen de Begoña
Hay dos días importantes en las que brindan honores a la Virgen de Begoña, una es el 15 de Agosto, día de la Asunción de María y el otro el 11 de octubre, día de la fiesta litúrgica y aniversario de la declaración como patrona de Vizcaya.
Es una de las tradiciones religiosas más arraigadas, que reúne anualmente a alrededor de 100.000 personas.
La cofradía celebra el día anterior vísperas con una procesión con antorchas desde la Catedral de Bilbao termina en la Basílica de Begoña.
Fuente: masbilbao.com, debilbaopues.com