El Santuario Nacional de Aparecida, hogar de la patrona de Brasil, se prepara para la gran fiesta de este 12 de octubre. En medio de esto, además de novenas y diversas acciones, en la previa de la gran celebración volvió a hacer ruido un mensaje un tanto especial: una carta con énfasis en la lucha contra el trabajo infantil.
Por séptimo año consecutivo, desde el Santuario Nacional de Aparecida se reforzó el compromiso que involucra a los menores de la mano del Tribunal Laboral, el Ministerio Público del Trabajo y el Foro Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (FNPETI), entre otros.
Según recuerda el portal A12, del propio santuario, la carta refuerza el concepto de que es un deber como ciudadanos (y especialmente cristianos) luchar por los derechos de los niños y adolescentes.
Brasil, un país fuertemente afectado por el trabajo infantil
Un estudio basado en datos del Banco Mundial, reproducido por Folha de S. Paulo en abril de 2022, estima que el trabajo infantil en Brasil podría ser siete veces superior a lo que muestran las encuestas (más de 5.7 millones de brasileños entre 7 y 14 años).
Esta situación, más allá de datos o cifras que pueden variar, lo único que hace es interpelar y dejar de manifiesto que el tema del trabajo infantil es algo que cobra gran protagonismo en países de América Latina, en este caso Brasil.
Debido a esto, la carta emitida desde el santuario no solamente reclama la abolición del trabajo infantil, sino que clama por el acceso a la educación y a la protección integral de los menores de edad.
«Como una lámpara encendida que brilla en la oscuridad, la educación es una luz que ilumina el camino, aleja la oscuridad y facilita la materialización de los sueños», indica uno de los pasajes del mensaje.
Pero además del acceso, también se pide que esa educación sea de calidad y que proporcione un desarrollo humano pleno.
En efecto, la pandemia agravó la situación de los menores en Brasil y entre los principales factores de deserción escolar o dificultades en el aprendizaje aparece el trabajo infantil.
¿Qué será del futuro de estos niños y adolescentes?
«Es necesario pensar y actuar con absoluta firmeza. Es inaceptable que, después de más de dos décadas de este siglo XXI, un país exportador de alimentos al mundo viva con millones de hambrientos, entre ellos niñas y niños, obligados a dejar la escuela para trabajar y poder comer», indica la carta a modo de respuesta a la pregunta sobre el futuro de los niños y adolescentes.
¡Basta!
«Por eso, por séptimo año consecutivo, el Tribunal Laboral, el Ministerio Público del Trabajo y el Foro Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (FNPETI), se unieron a la Basílica de Nuestra Señora de Aparecida - patrona de Brasil según la Ley n. 6.802, del 30.6.1980 – y demás órganos y entidades colaboradoras, llaman: ¡BASTA!», se agrega.
Es con ese ímpetu que también se insiste en que es deber de todos luchar contra el trabajo infantil.
«Todo niño, cualquiera que sea su condición económica o social, el color de su piel, el lugar donde viva, debe tener su derecho inalienable a tener una infancia feliz, siendo preservado contra todo tipo de violencia y crueldad», se establece.
«Jugar, estudiar, desarrollar talentos y habilidades, capacitarse y, solo así, prepararse para ejercer la ciudadanía plena, con la adecuada calificación profesional ya la edad adecuada, entonces, sí, trabajar», se agrega.
Por último, el mensaje recuerda que lo que se busca con estas palabras es «despertar conciencias, obtener una mirada fraterna, piadosa, incluso, solidaria, de gobiernos y gobernados».
«Nos interpela a todos»
En tanto, este mensaje, impulsado desde uno de los santuarios más famosos de América Latina, no hace más que resaltar aquello que había dicho el propio papa Francisco durante el rezo del Ángelus el domingo 12 de junio (publicdo en Vatican News), Día Mundial contra el Trabajo Infantil:
«Trabajemos todos para eliminar esta lacra para que ningún niño se vea privado de sus derechos fundamentales y obligado o coaccionado a trabajar. La de los niños explotados laboralmente es una realidad dramática que nos interpela a todos».