¿Cómo aprender a discernir? La especialista en educación y consultora de la Secretaría General del Sínodo María Luisa Berzosa comparte con nosotros 5 claves para leer el alfabeto del corazón, sin pretensión de dar receta o fórmula mágica.
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Es simplemente una pauta para iniciar a entrar en este apasionante mundo de la espiritualidad que es el discernimiento.
1Saberse leer por dentro
Saberse escuchar, conocerse a nivel intelectual y a nivel emotivo. Poner nombre a lo que nos pasa, no disfrazarlo.
Nombrar esto que siento: se llama envidia, ira, odio o amor... No pasa nada. El sentimiento no tiene juicio moral.
¿Cómo vas a gestionar ese sentimiento? Porque si abonas el sentimiento del odio, seguramente harás algo en esa línea y entonces te tienes que hacer cargo de esa actitud.
Aplicar la inteligencia emocional. Sabernos leer, saber poner nombre sin condena, sin juicio. El sentimiento es este, después veo como lo gestiono.
2Poderlo compartir
Buscar a una persona con la que yo pueda hablar a fondo de lo que a mí me pasa, de lo que siento, no de lo que hago: ¿cómo me siento?, ¿qué me hace feliz? y ¿qué me gustaría hacer al respecto?
3Ampliar el horizonte
No mirarme solo a mí, a mi casa, mi trabajo. Yo vivo en este contexto concreto, trabajo aquí, pero mi mirada tiene que ser más amplia.
Porque si no, también mis problemas me enredan. Enredan porque no puedo objetivar, no puedo verme y además no veo otras cosas que pasan en el mundo.
En el texto evangélico podemos inspirarnos en el buen samaritano, donde la gente pasó sin mirar y alguien en cambio sí miró. Entonces, cómo nosotros estamos en el mundo, con los ojos abiertos, dejándonos afectar.
4Inspirarse en Jesús
Tener un encuentro personal con Jesús y contemplar lo que hace. Leer la Biblia y buscar al Señor.
Todas las personas que se encuentran con Jesús están destruidas, enfermas y con pecados. Todas ellas se vuelven a su casa, recuperadas, sanadas y salvadas.
A veces, las personas vienen a nosotros con una mochila y se va con dos. Cargamos a las personas de más peso.
Por lo tanto, nuestra referencia es la mirada a Jesús y al Evangelio. Contemplar qué hace Jesús que es muy transgresor y revolucionario. Pasa por encima de la ley porque le interesa cuidar a la persona.
5Compartir la fe en comunidad
Creo que también ayuda mucho el poder vivir y compartir la fe en comunidad. Tener un pequeño grupo que no invalida lo personal del discernimiento.
Hacer discernimiento comunitario, discernimiento grupal, ayudarnos unos a otros.
Yo creo que no se puede vivir hoy la fe cristiana individualmente. O sea, necesitamos mucho escuchar, ser escuchados, dar y recibir, todo ese intercambio que da la comunidad.