Todas las mañanas después de un rato de oración personal y de tomarme un delicioso y aromático café junto a mi esposa Vida, me siento a reflexionar un rato.
Me encanta sentarme, ver los árboles, las plantas, el cielo, lo creado y darme cuenta de que todas estas maravillas son creación de Dios. Todo es suyo…
Me doy cuenta de que una palabra ronda mi cabeza: “gratitud”. Me siento agradecido con Dios por tantas gracias y dones inmerecidos, el don de la fe y de la vida misma.
Haz la prueba. Con Dios en medio todo es más sencillo.
El primer pensamiento que suele llegar a mi mente al despertar es este: “Gracias Señor por la vida”.
Vivir mejor
Me gusta pensar que nuestro Dios es el Dios de las oportunidades.
Cada mañana te da la oportunidad de volver a hacer de tu vida algo especial, diferente, pero esta vez mejor, en su presencia Divina.
Puedes salir animado, feliz de tu casa, llevando un amor sobrenatural, que se desborda. Puedes compartirlo con los que encuentres en tu camino.
Y es que con el amor de Dios siempre saldremos triunfantes.
Hoy traía conmigo un libro con las reflexiones y pensamientos de la beata Sor María Romero. Una religiosa salesiana nicaragüense que realizó su labor social en Costa Rica.
Encontré esta cita inspiradora que ella escribió en su diario en algún momento especial de su vida, cuando decidió abandonarse totalmente en las manos amorosas de Dios.
No tenía fecha, pero podemos imaginar lo que estaba viviendo, las gracias que inundaban su alma.
Es un texto de gran riqueza espiritual que nos recuerda que nuestro tesoro no se encuentra en esta tierra, en los bienes materiales, ni en nuestros éxitos o el orgullo, solo en Dios, en quien vivimos, nos movemos y existimos (Hechos 17, 28).
"Mi todo"
2 maneras de vivir
Mientras escribía estas palabras pensé en ti y las muchas dificultades que debes estar pasando y lo difícil que ha de ser tu camino. Tenemos siempre dos opciones:
Yo elijo lo segundo. ¿Y tú?
Recibo muchos correos de los lectores de Aleteia en los que me comparten sus muchas dificultades.
Y me sorprendo cuando alguna vez me indican, “pero todo ha mejorado desde que tengo a Dios en mi corazón, conmigo, a diario, en todo”.
Cada uno, cada vida, es importante para Dios
Comprendes que la vida no es sencilla, pero a la vez suele ser maravillosa, una oportunidad extraordinaria de ganarnos el cielo, hacer méritos con nuestro amor y buenas obras para ir al Paraíso al final de nuestra existencia en este mundo materialista. Pasar un feliz eternidad al lado de Dios, nuestro Padre.
No somos cualquier cosa. Somos importantes para Dios. Somos sus hijos amados. Y estamos llamados a iluminar el mundo con nuestro amor y buenas obras.
Se nos indica en Filipenses 2: "Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones para que seáis irreprochables e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación tortuosa y perversa, en medio de la cual brilláis como antorchas en el mundo…".
¡Ánimo! Todo pasa, esto también pasará. Refúgiate en el inmenso amor de Dios, que derramará sobre ti a manos llenas.
Una poderosa bendición
Te dejo ahora con esta bendición… Léela en voz alta…
¿Te gustaría compartir con nosotros tus vivencias con Dios? Te dejo mi email personal: cv2decastro@hotmail.com