Durante la misa de acogida celebrada esta semana por el cardenal de Paraguay, Adalberto Martínez Flores, el también arzobispo de Asunción, sorprendió con la denuncia de la desaparición de niños, adolescentes y jóvenes en su país. ¿Por qué lo hizo?
Adalberto Martínez Flores celebró su primera misa como cardenal ante una multitud congregada en la parroquia San Felipe y Santiago del Bañado Sur de Asunción, una de las poblaciones más pobres de la capital de Paraguay.
El cardenal paraguayo, durante su homilía, hizo un llamado a los fieles a no permanecer indiferentes ante los «dramas que viven muchas familias y hogares que tienen a sus seres queridos, niñas, niños, adolescentes y jóvenes desaparecidos y cuyo paradero y destino son desconocidos, o tienen un final trágico».

Las expresiones del cardenal hacen referencia a menores de edad que se encuentran con paradero desconocido y al lento avance en las investigaciones por parte de las autoridades.
En el Paraguay, las instituciones encargadas de la búsqueda de niños y adolescentes desaparecidos con el Ministerio Público, la Policía Nacional y la Defensoría de la Niñez.
Los datos oficiales de la Policía Nacional del Paraguay indican que desde el 2021 se reportaron unas 2.500 desapariciones de personas, de los que 1.200 regresaron a sus hogares. De esta cifra, el 43% corresponden a niños y adolescentes de entre 13 y años.

Agradecimiento al cardenal
Lourdes Servín de la asociación civil «Ni un niño menos», dijo en comunicación con Aleteia que una la mayoría de los casos de desaparición de niños está en las fallas operativas a la hora de la búsqueda.
«Hay recursos por parte de la Policía, existen investigadores, peor estos no salen a las calles para realizar las investigaciones como corresponde. Asimismo, hay que hablar de la falla de comunicación que existe entre los padres e hijos que es la principal causa por la que los niños dejan sus hogares», expresó.
Servín agradeció al cardenal Adalberto Martínez por recordar a los niños desaparecidos durante su homilía y citar algunos casos emblemáticos como el de José Miguel Ozuna y la pequeña con la pequeña Juliet, desaparecida hace dos años. A su vez, pidió que no se olvide de los otros menores que están con paradero desconocido.

Los casos citados por el cardenal
Durante su homilía, el arzobispo de Asunción criticó la indiferencia de las autoridades hacia las desapariciones de niños. Y se refirió a los casos de José Miguel Ozuna, de 12 años, desaparecido hace más de dos meses y quien habría sido encontrado hace unos días en una laguna. Y también de la niña desaparecida, conocida como Julieta, cuyo paradero se desconoce hace más de dos años.
José Miguel Ozuna desapareció hace dos meses en un populoso barrio de Asunción. No obstante, las autoridades investigan el hallazgo de un cadáver en una laguna contigua al Río Paraguay, que podrían pertenecer al menor.
De la otra niña que desapareció en plena pandemia de la ciudad de Emboscada nada se sabe. Existe el temor de que haya sido víctima de un esquema de trata de personas.
«¿Qué pasó con José Miguel? -preguntó el jerarca católico-. ¿Qué pasó con la pequeña Juliet, más conocida como «Yuyú»? Lleva más de dos años desaparecida. Y, según fuentes de la Policía Nacional, hay otros cientos de casos de desaparecidos, especialmente de menores», dijo el cardenal.

El arzobispo de la Diócesis de Nuestra Señora de la Asunción cuestionó a la Policía Nacional y el Ministerio Público. A su vez, «no puede ser indiferente a este flagelo». Y alertó que muchos casos de desapariciones «podrían estar vinculados con el crimen de la trata de personas».
Asimismo señaló que «la Iglesia enseña que nuestra fe en Cristo hecho pobre nos pide ser cercano a los pobres y excluidos y preocuparnos por su desarrollo humano integral».
Unas 6.000 personas participaron de la misa de acogida celebrada por Adalberto Martínez. Sucedió tras ser investido como el primer cardenal de la Iglesia paraguaya en 400 años de historia.
