Robert Lewandowski llegó este verano al FC Barcelona como el fichaje que podría ofrecer esperanza a sus seguidores. Después de militar durante ocho años en el Bayern de Munich decidió dar un gran salto y llegar a un club con grandes problemas económicos.
El jugador polaco ganó el “Balón de Oro” en el año 2021 y no hay duda de que es uno de los mejores jugadores del mundo. Es el segundo máximo goleador de la Bundesliga y máximo goleador histórico de la selección polaca. Posee cuatro récord Guinness: es el autor del triplete, cuadruplete y quintuplete más rápidos en un mismo encuentro y el suplente que más goles marcó tras ingresar a un encuentro.
Con todas estas señas de identidad llegaba a “Can Barça” para ser el referente de un club que necesitaba la llegada de una gran figura. Y lo está siendo. El Barcelona necesitaba esperanza. Y en Robert Lewandowski la está encontrando. En la Champions League se presentó con un “hat trick” (tres goles en un partido) y ya ha conseguido marcar 8 goles en sólo cinco partidos como titular.
No hay duda de que Robert Lewandowski tiene fe en su juego y en su capacidad goleadora. Lo que menos gente conoce es que también tiene fe en Dios, es católico y confiesa vivir su fe al pie de la letra.
Lewandowski y su fe
Está casado, por la Iglesia, con Anna Lewandowska. La ceremonia tuvo lugar en 2013 en la Iglesia de la Anunciación de la Santísima Virgen María en Surock. La pareja tiene dos hijas. Ha visitado en varias ocasiones al Papa Francisco y no duda en mostrar su amor hacia la Eucaristía.
Ya de pequeño estaban interrelacionados su precocidad goleadora y su fe. En su Primera Comunión tuvo que salir temprano de la celebración para llegar al partido, que se jugaba a la misma hora. Lo primero que hizo fue recibir el sacramento. Ya, luego, marcaría los goles.
En varias ocasiones ha mostrado su fe. Como por ejemplo en la campaña “No me avergüenzo de Jesús” realizada en Polonia. Así explicaba el porqué llevaba una medalla:
“Llevo esta medalla porque soy católico y no me avergüenzo de Jesús ni de mi fe. Sé que Dios me cuida todo el tiempo. Si bien en la vida contemporánea y en el mundo todo va muy rápido, a veces nos olvidamos de nuestros valores y de las cosas que realmente más nos importan. Es por eso que esta fe me ayuda no solo en el campo, sino también fuera de él… simplemente para ser una buena persona y cometer la menor cantidad de errores posible”.
Es imposible relacionar su fe con su capacidad goleadora, pero sí que se puede relacionar con su vida cotidiana. A su edad, 34 años, sigue teniendo un físico imponente fruto de su capacidad de esfuerzo y está ejerciendo de figura y referente para muchos jóvenes prometedores (Ansu Fati, Pedri) que comienzan su carrera futbolística en el Barcelona.
Mucho se escribirá estos días y meses, en España, sobre el delantero polaco. Robert Lewandowski no oculta y transmite su fe, pero es una característica de la que seguro que no se hacen eco muchos medios. La fe: el secreto, menos oculto del nuevo “mesías” blaugrana.
P.D: Lewandowki no sólo ofrece fe y esperanza. También caridad: