El Papa Francisco saludó la "indispensable contribución" de los pueblos originarios de Canadá "para una humanidad más fraterna que sepa amar la creación y al Creador"; durante la audiencia general del 3 de agosto de 2022.
El Papa quiso retomar las diferentes etapas y enseñanzas de su "peregrinación penitencial" que realizó del 24 al 30 de julio de 2022 en el país de la hoja de arce.
Explicó que se trata de un viaje "diferente a los demás", porque se comprometió a "escribir una nueva página" en la historia de las relaciones entre la Iglesia católica y los indígenas.
El pontífice recordó el origen de este viaje: expresar su cercanía y su dolor; para luego "pedir perdón" a los indígenas por "el mal que les han hecho los cristianos" en el pasado.
El Papa recordó que si bien algunos católicos han estado "entre los más decididos y valientes defensores de la dignidad de los pueblos indígenas"; otros han participado en los programas "inaceptables y contrarios al Evangelio" de los internados.
Edmonton: Memoria, Reconciliación, Sanación
Durante su primera parada, en Edmonton, el Papa fue primero a Maskwacis para conmemorar el sitio de una antigua escuela residencial. Se trataba de recordar tanto el "buen recuerdo de la historia milenaria de sus pueblos"; como el "recuerdo doloroso de los abusos" cometidos en los internados "a causa de las políticas de asimilación cultural", explicó el pontífice.
Después del recuerdo, el Papa Francisco celebró dos misas, en una parroquia indígena y luego en el estadio de Edmonton; en un proceso de "reconciliación" que no es un "compromiso", insistió, sino un redescubrimiento. En particular, destacó la capacidad de las comunidades que se han vuelto católicas para ayudar al mundo a redescubrir la "dimensión cósmica" de la Cruz y la Eucaristía.
Finalmente, el Papa fue al lago de Santa Ana el día de la fiesta de los santos abuelos de Cristo en un proceso final de "curación", para los nativos pero también para todas las comunidades cristianas. De este proceso de memoria, reconciliación y sanación, concluyó, "crece la esperanza para la Iglesia y en todas partes".
Quebec: contra la colonización ideológica
El Papa Francisco luego viajó a Quebec donde se reunió con las autoridades. Deseaba agradecerles su cordial acogida. Ante ellos, afirmó la "voluntad activa" de la Santa Sede y de la Iglesia de "promover las culturas indígenas".
También les advirtió contra una "colonización ideológica" todavía activa que amenaza las tradiciones, especialmente las religiosas, "eliminando las diferencias"; y predicó una "armonía entre la modernidad y las culturas ancestrales, entre la secularización y los valores espirituales".
A los católicos reunidos en el santuario de Sainte-Anne-de-Beaupré, recordó que esta armonía era la misión de la Iglesia; y les pidió que fueran "constructores de esperanza". El Papa Francisco también elogió enérgicamente la "unidad del episcopado" en Canadá.
Iqaluit: memoria y profecía
Finalmente, el Papa Francisco viajó a Iqaluit, "a 300 km del Círculo Polar Ártico" en tierra inuit para un encuentro con jóvenes y ancianos. Jóvenes y mayores, insistió, deben estar "en diálogo para caminar juntos en la historia entre la memoria y la profecía".
El tema de los ancianos, en particular su relación con las nuevas generaciones, es también el tema de las reflexiones pronunciadas por el Papa durante las audiencias generales antes de la tradicional pausa veraniega de julio. Es muy posible que el pontífice retome este ciclo de enseñanzas en la próxima audiencia, el 10 de agosto.