“La Virgen me preparará para las bodas eternas, me presentará de la mano del Padre y rodeada de la luz y esplendor del Espíritu Santo, las celebraremos y entraremos en la Bienaventuranza, donde viviremos en un acto ininterrumpido de amor, por los siglos de los siglos”
Sor María Romero
Un 2 de julio, partía sor María Romero Meneses de vacaciones a su amada Nicaragua, su tierra natal, para estar con su familia. Tenía 75 años.
Cada año solía llevar Sor María a Nicaragua un gran baúl, siempre vacío. Solía regresar con él lleno de ropita y regalos para los niños pobres.
Pero ese año no lo tenía con ella. Sor Laura se percató y pensó que había sido un descuido.
—Sor María—le dijo apurada antes que se montara en el bus que la llevaría al aeropuerto —¡Su baúl! ¡Lo ha olvidado!
—No sor Laura, en este viaje, no lo necesitaré. No voy a necesitarlo más.
En el bus, acompañada por la otras religiosas, se cuenta que se preguntaba a sí misma en voz baja, mirando a través de la ventana:
—¿Cómo será el encuentro final con mi Rey y mi Reina?
Por fin con Jesús
Su hermana alquiló una casa en el balneario de Las Peñitas, en León, una playa de pescadores artesanales en Nicaragua. Al llegar al balneario, sor María, observando el vasto mar, comentó:
Dios se lo concedió. Estando allí la tarde del 7 del 7 de 1977 caía Sor María Romero al suelo de un infarto fulminante y partía en un gesto de amor profundo al Paraíso prometido, al encuentro anhelado con su amado Jesús.
Una intuición
Mi mamá, María Felicia Soto de De Castro, fue una de sus primeras misioneritas en Costa Rica, cuando sor María iniciaba sus obras sociales y estuvo a su lado en momentos decisivos e impactantes de su vida. Un día me contó:
Muchos la han catalogado como un Don Bosco en femenino por los incontables milagros que ocurrieron por sus peticiones a María Auxiliadora y por la vida sobrenatural que llevó.
Vivir junto a una santa
Cada día crece la fama de la beata Sor María Romero Meneses y hoy quiero hablarte de ella.
Es curioso que todos los grandes santos de nuestra Iglesia han tenido compañeros del camino, personas a su lado que tuvieron la gracia de caminar con ellos en su peregrinar por la tierra.
Sus testimonios y escritos nos han permitido conocer de primera mano la vida sobrenatural de estos santos.
En el caso de sor María Romero, ha sido excepcional. Dos religiosas que convivieron con ella se hicieron sus amigas íntimas y anotaron cuidadosamente todos los milagros, sus palabras, gestos.
Incluso en vida de sor María iban recogiendo los papelitos que sor María tiraba a la basura en los que anotaba sus pensamientos íntimos, ideas, obras por realizar. Nada era desechable. Sabían que algún día esos pequeños tesoros tendrían un gran valor espiritual.
Esto fue lo que ocurrió con dos religiosas cercanas, Sor Ana María Caballini Colombari, su biógrafa, y sor Laura Medal, su compañera de Aventuras.
Palabras que son tesoros
Tengo algunas cartas de sor Laura con quien solía escribirme. Encontré una en la que me decía al final:
Se cuenta que al notar los dones sobrenaturales y la santidad de sor María Romero, Sor Ana María decidió anotar y guardar como un tesoro sus palabras, ideas, oraciones, inquietudes y recoger toda la información que pudiera sobre sor María.
Cuando hablaba sor María, memorizaba cada palabra y luego las escribía para que no se perdieran.
Hablando siempre con la Reina
Cuenta sor Ana María esta conversación en su libro biográfico:
—Rezar es hablar con Dios, con la Santísima Virgen. Yo continuamente hablo con ellos—decía sor María con total naturalidad.
—¿Conversa usted con la Virgen? — se lo pregunté un día.
—Sin parar.
—¿Y ella le habla a usted?
—Yo le hablo y Ella me habla. Es una Reina— me dijo sonriendo.
Museo de Sor María Romero
En mi última visita a Costa Rica fui como de costumbre a la Casa de María Auxiliadora para visitar a Jesús en el Sagrario y la tumba de sor María.
Me permitieron una visita exclusiva a su museo y aproveché para hacerte esta grabación, espero que te guste.
¿Conociste a sor María Romero? Obtuviste algún milagro gracias a las peticiones de sor María a su Rey y su Reina? Cuéntanos, nos encantaría saber de ti. Te dejo mi email personal: cv2decastro@hotmail.com
Hoy es día, pidamos que interceda ante su Rey y su Reina por nosotros y oremos para que pronto sea declarada santa.
Gracias sor María Romero Meneses, hija predilecta de la Virgen, María Auxiliadora y de tu Rey, Jesús Sacramentado, por el ejemplo que nos diste con una vida extraordinaria.