Especialistas en bioética católicos intervienen después de que se concedió la apelación con el argumento de que el tribunal no probó la muerte de Archie "más allá de toda duda razonable"
La Cuaresma está llegando a su fin. No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!
Se ha aceptado la apelación en el caso de Archie Battersbee (Inglaterra), un niño de 12 años que sufrió un daño cerebral masivo durante un desafío de Internet. La semana pasada, un juez dictaminó que Archie estaba muerto; pero sus abogados y algunos especialistas en bioética argumentaron que se necesitan más pruebas.
El 7 de abril, Archie fue encontrado colgado de las escaleras con una cuerda alrededor de su cuello. Se ha determinado que Archie estaba participando en un desafío de Internet llamado «Blackout».
Según Catholic Leader, el desafío hace que las personas se ahoguen hasta el punto de desmayarse. Archie fue llevado al hospital Royal London, donde se le diagnosticó «muerte cerebral» y desde entonces ha permanecido inconsciente.
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.