Muchas personas sueñan con ganar la lotería con la esperanza de que se terminen sus problemas económicos, o poder comprar esas cosas que siempre han querido. Pero cuando Marcel Lussier de Brossard, Montreal (Canadá), escuchó que había ganado la friolera de 70 millones de dólares en la lotería canadiense hace unos días, sus pensamientos se dirigieron a ayudar a los demás.
Lussier, jubilado de Hydro-Quebec, una empresa eléctrica pública, ha dicho que quiere usar parte del dinero para ayudar a reconstruir Ucrania; y ya está discutiendo la posibilidad de donar casas prefabricadas con un empresario.