Paola Frassinetti nace el 3 de marzo del 1809 en Génova. A los 9 años muere su madre y a los 12 su padre. Huérfana de madre y padre tuvo que cuidar a sus 4 hermanos, con la ayuda de su tía hasta cuando pudo y luego completamente sola.
Su hermano Giuseppe fue ordenado sacerdote en el año 1827, lo que contribuyó al deseo en la joven de consagrarse a Dios.
Pidió entrar en algunos monasterios pero no fue aceptada, ya que a los 19 años comenzó a tener problemas de salud.
Fue entonces cuando su hermano Giuseppe, el año 1830, invitó a Paola a vivir con él en Quinto (Liguria), con la esperanza de que el mejor clima beneficiara su mala salud.
Conociendo sus cualidades como excelente catequista y maestra, Padre Giuseppe abre en su parroquia una escuela para chicas de pocos recursos y pone a Paola a sus cuidados.
Paola enseñó a las chicas catecismo, un poco de lectura y algunos trabajos. Sin darse cuenta, inmediatamente ejerció un encanto irresistible sobre ellas con su bondad.
La que más se encariñó con Frassinetti fue Marianna Danero, quien compartió su idea y deseo de establecer una congregación religiosa para la educación e instrucción de las jóvenes, ya que no contaba con la dote necesaria para ingresar al convento.
Y así, superando muchas dificultades iniciales, fundó la Congregación de las Hermanas de Santa Dorotea para la formación cristiana de la juventud femenina.
Las Hijas de Santa Dorotea
El 19 de mayo de 1841, la Madre Paola fue a Roma, acompañada por dos novicias, para abrir una casa.
En esa ocasión fue recibida por el papa Gregorio XVI, quien se mostró complacido con las Hermanas Dorotianas.
Con la ayuda primero de Gregorio XVI y luego de Pío IX, a Paola le vienen encargada nuevas tareas. Como el "conservatorio" (reformatorio de mujeres) en Sant'Onofrio al Gianicolo, que se convertirá en la sede del instituto.
En 1865 pidió abrir una casa en Brasil, luego en Portugal. Las casas de las Hijas de Santa Dorotea se convertirán en noventa en el siglo XX en distintos países.
Su muerte
Debilitada por la fatiga y dos veces sufrió apoplejía, muere el 11 de junio de 1882 en la Casa General de su Congregación en Roma.
Fue beatificada por el papa Pío XI el 8 de junio de 1930 y canonizada por el papa Juan Pablo II el 11 de marzo de 1984.
Su cuerpo incorrupto es visible bajo el altar de la capilla de las Doroteas en Roma.