"Bendito el hombre que confía en el Señor, y en el Señor pone su esperanza"
(Jeremías 17)
Esta mañana me he sentado a reflexionar en la banca de madera que tengo afuera de mi casa. He pensado en ti y las dificultades que atraviesas. Me gustaría darte palabras de aliento para que salgas adelante y nunca dudes del amor de Dios. Y tengas la certeza de su compañía y cuidados. Que no estamos solos.
Hay tantas personas con problemas que ni siquiera podemos imaginar. Sencillamente no viven, por la angustia y los miedos. Ante esta terrible situación, Jesús nos sale al paso y nos dice exactamente lo que debemos hacer.
Ahora sabes lo que has de hacer para poder salir adelante. Tener fe. Y si te cuesta reza, como hago yo con frecuencia. Pide a Dios que te dé la fe que te falta. Y no te preocupes, al final todo saldrá bien:
Señor, auméntanos la fe. Ya ves que desesperamos y no sabemos cómo salir adelante. Ayúdame. Abrázame, haz que experimente tu presencia y cercanía, la certeza de saber que me amas. Dame la gracia de la fe.
Las promesas de Dios se cumplen
Si conociéramos las promesas que Dios tiene para nosotros, qué diferentes serían nuestras vidas.
Andaríamos por el mundo confiados, serenos, tranquilos, con una paz y un gozo sobrenatural.
Todas sus promesas se cumplen. Eso lo sé bien por experiencia propia. Para conocerlas te recomiendo leer la Biblia. Estoy seguro que en tu casa tendrás alguna. Ábrela un momento. Busca Isaías 43 y lee:
"No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú eres mío.
Si atraviesas el río, yo estaré contigo y no te arrastrará la corriente.
Si pasas por medio de las llamas, no te quemarás, ni siquiera te chamuscarás."
Ya verás. Si crees lo suficiente y tienes confianza y la fe del tamaño de un gano diminuto de mostaza, esta promesa se cumplirá en tu vida, igual que todas las demás promesas que estás por descubrir.
Así que ánimo, levanta esa mirada, sonríe a la vida que es maravillosa y confía en Dios.
La carta de santo Tomás Moro a su hija antes de morir
Hay ejemplos maravillosos de fe y confianza en Dios, que a mí me estremecen el alma y me ayudan muchísimo cuando tengo dudas, o se debilita mi confianza.
Uno en particular, me parece extraordinario. Es la carta que santo Tomás Moro le escribió a su hija Margarita estando en la cárcel, días antes de ser ejecutado.
Imagina el momento en que la escribió. Dentro de poco le iban a cortar la cabeza. Podría salvarse renegando de sus principios y su fe, pero no lo hace. Decide confiar en Dios.
Qué gran ejemplo nos da santo Tomás Moro. Sabe que va a morir injustamente, pues nada malo ha hecho. Y aun así, en lugar de gritar, enfadarse o desesperar, respondió en medio del miedo, la incertidumbre, al amor de Dios diciéndole: “Me fío de ti Señor”.
¿Te atreverías a hacer igual y confiar en el momento más oscuro?
Haz la prueba. ¡Vale la pena confiar en Dios!
¿Te gustaría compartir tus experiencias con Dios? Te dejo mi email personal. cv2decastro@hotmail.com
¡Dios te bendiga!