Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 29 marzo |
San Eustasio, obispo - Viernes Santo
Aleteia logo
Actualidad
separateurCreated with Sketch.

Fallece en Cuba el hijo del “pagador de promesas”, pero dejó un regalo de fe

CUBA

@gpppmatanzas

Macky Arenas - publicado el 06/06/22

Después de 10 años, Lázaro Quinteros Montes de Oca perdió la batalla contra el cáncer. La historia de su padre, Omar, que hizo una promesa especial a la Virgen del Cobre por él, la pudiste conocer en Aleteia. Ahora, la muerte de este hijo entristece, pero también colma de esperanza

La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!

 

DONE AHORA

En Cuba, creyentes o no, católicos o no, todos veneran a la Virgen de La Caridad del Cobre. Era el caso de Omar Quintero Bermúdez, residente en La Habana, cuyo hijo padeció un cáncer que, según los médicos, lo liquidaba en pocos días.

Omar acudió a su fe en la Virgen y le pidió un tiempo más para su hijo. Le fue concedido y Omar cumplió su promesa: recorrer a pie la isla de punta  a punta para llegar al Santuario de Cobre y cumplir con ella. Y así lo hizo. Desde Aleteia, como lo hicieron las redes y medios del mundo, lo acompañamos relatando su historia y animando su ruta.

Apenas hace un par de meses  regresó  a la capital, a su hogar, donde encontró a su hijo agradecido y orgulloso por su hazaña. Finalmente, Lázaro  Quintero Montes de Oca, de apenas 36 años, fue vencido por la maligna enfermedad.

Él mismo anunció la muerte de su hijo a través de las redes: 

“En este mismo momento hago público el fallecimiento de Lázaro, ese gran guerrero que acaba de partir a reunirse con el Altísimo. Por Dios, ¡qué triste todo esto! No tengo palabras en estos momentos. QEPD, gran guerrero!”.

Es el mensaje de un padre roto por la despedida de su hijo, pero con su fe intacta, inquebrantable.

Y eso fue lo que Omar dijo, en distintas ocasiones, haber conseguido durante el trayecto hacia El Cobre. Se reencontró con su fe y con su país. De Oriente a Occidente de la isla, la Virgen lo fue guiando, lo fue reconectando con sus semejantes. A lo largo del camino relataba cuanto había revalorado a su país y sus compatriotas, como su fe se había robustecido y lo llenaba de esperanza.

¿Quién sabe –comentábamos entre colegas que habíamos seguido atentamente su trayecto hasta el Santuario- si esa enfermedad era tan grave que inexplicablemente pudo sobrellevar por diez años más, su padre necesitaba ese tiempo para solidificar su fe y preparar su espíritu para el inevitable momento? Porque las enfermedades, los males y calamidades no los manda Dios, pero sí concede el espacio que  nos permite reflexionar, repensar nuestras vidas. No cabe duda de que eso ocurrió a Omar cuando pidió a la Virgen de La Caridad que fuera su intercesora por su hijo ante el Altísimo, el cual menciona en su mensaje con la seguridad de que está con él.

El milagro

El milagro –es cierto- fue  la prolongación, contra todo  pronóstico- de una vida que tendría que haber acabado 10 años atrás. Precisamente, el milagro fue el tiempo extra que tuvo Omar para disfrutar a su hijo. Y el milagro ha sido la consolidación de la fe de un hombre que hoy tiene la seguridad –en medio de su comprensible pena- de que su hijo está mejor que él, está en el Cielo, con la Virgen que debe haberlo  recibido con los brazos abiertos.

Lo que su padre hizo por él en vida, tiene peso y valor añadiendo “galones” a los que Lázaro llevaba en los hombros después de una vida dedicada como trabajador de la salud haciendo bien al prójimo, tanto como el padecimiento físico por 10 años, sobrellevando su cruz. 

La enfermedad, como sabemos,  tiene un poder de curación espiritual muy grande cuando el sufrimiento se ofrece, tal y como lo hizo Omar al caminar hasta Santiago de Cuba, casi mil kilómetros por su hijo. Así, Omar dejó a su padre un regalo de fe.

CUBA
Omar, el «pagador de promesas»

Muchos fueron tocados

Al paso de Omar en el camino, pagando su promesa, fueron muchos los que dijeron haberse sentido, no sólo conmovidos, sino  invitados a preguntarse sobre las cosas de Dios y de la fe que quizá jamás habrían hecho de no ser por la determinación de Omar.

Por ello, las redes sociales se vieron colmadas de mensajes de condolencias y solidaridad con el “pagador de promesas”. Fueron muchos y muy bellos los textos que se leyeron. Tal vez el que mejor resume el sentir de tantos fue el de un artista cubano quien lo había ayudado en distintas ocasiones desde el exterior: “Solo resta decirle que gracias a Él, muchos fuimos mejores personas, que su lucha fue hermosa y que viaje a La Casa del Padre con luz en su rostro, a donde ya no hay dolor ni pena. Mis más sentidas condolencias a Omar y a toda su familia”.

Lázaro se fue en vísperas de Pentecostés. Recientemente, el papa Francisco explicaba  el espíritu de estas fiestas: “Se trata de adherir a una misión: ser felices, dejarse contagiar de la alegría, no es proselitismo, es el testimonio de una vida plena y abierta a los otros, incluso abandonándose”. Eso fue lo que hizo Omar, testimonio y contagio.

Ya el Papa había rezado así en junio del 2019: “Espíritu Santo, armonía de Dios, tú que transformas el miedo en confianza y la clausura en don, ven a nosotros. Danos la alegría de la resurrección, la juventud perenne del corazón. Espíritu Santo, armonía nuestra, tú que nos haces un solo cuerpo, infunde tu paz en la Iglesia y en el mundo. Espíritu Santo, haznos artesanos de concordia, sembradores de bien, apóstoles de esperanza” .  Esa fue la misión de Omar. Gracias a él muchos hoy han rescatado su fe y viven  la esperanza.

Hoy, fallecido su hijo, vive uno de los dones del Espíritu Santo, la fortaleza: “Él viene siempre a sostenernos en nuestra debilidad, y esto lo hace con un don especial, el don de la fortaleza”. 

En estos días, una crónica publicada en Aleteiarelataba la experiencia de una madre atea a la que le faltaba paciencia: “Existe algo que hace la diferencia: contar con el don del Espíritu Santo. Es como agua fresca y oxígeno para un corredor que encuentra difícil los últimos metros”.  Y eso encontró Omar y sirvió a su hijo, el oxígeno para los últimos metros.

CUBA
Omar y la Virgen del Cobre

La “piedra de afectos”

Había pedido a la Virgen que mantuviera a su hijo con vida y ella lo complació por 10 años. El tumor estaba entre el corazón y el pulmón. Nunca hubo nada que hacer. La que hizo fue la Virgen. Pero la pregunta es válida: ¿quién sabe si prolongar su estancia en este mundo habría significado un sufrimiento mayor para este padre y su hijo que no lo merecían? En todo caso, Dios los libró de ello, les apartó el cáliz y les infundió la fuerza que necesitaban para pasar el trago amargo.

Cuando Omar regresó a La Habana, su hijo seguía vivo y con él compartió unos meses la alegría del deber cumplido. «Vengo con más fe, orgullo, amor y bendiciones para el pueblo de Cuba -decía-. Le he puesto corazón a mi país. Reviví la fe que estaba en el piso». Dijo que traía de vuelta en sus alforjas “una piedra de afectos”, esos que ahora le alivianan el peso de la tristeza.

Su testimonio es hermoso: la fe se levantó del piso, donde la había dejado caer, su peregrinar brindó muchos beneficios espirituales a quienes encontró en el camino y ahora su hijo descansa en la paz del Señor…y él ganó la certeza que le mantiene la esperanza.

Tags:
america latinacancercubavirgen maria
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.