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La práctica de actividad física regular nos brinda múltiples beneficios a la salud y en nuestra calidad de vida.
Entre ellos destacan la mejora de la salud ósea y muscular, lo que ayuda a prevenir caídas y fracturas. También contribuye a la prevención de enfermedades cardiovasculares, ayuda a disminuir la grasa corporal, a conciliar el sueño, la digestión y el tránsito intestinal, entre otros.
En cuanto a los niños, por ejemplo, les ayuda a aprender valores, a moverse de forma libre, les permite poder adaptarse a nuevas situaciones y explorar cuáles son sus límites y capacidades.
Por lo general pensamos que la mejor estación del año para hacer actividad física en familia es solo en verano o primavera, pero en realidad también podemos disfrutar en otoño e invierno de distintas actividades divertidas para hacer en familia.
Más momentos en familia es salud
No hay nada más lindo que compartir momentos divertidos y saludables con los nuestros, ya sea a través de un juego, elaborando la receta favorita de todos, un paseo al aire libre, bailando, con un bicicleteada, patinando o haciendo algún tipo de actividad física juntos.
Y es que es cierto que nuestros hijos necesitan que le dediquemos un tiempo a jugar con ellos, y muchas veces la rutina de trabajo, estudio y hogar lo hacen un poco difícil. Pero quizás si juntamos dos actividades en una, jugar y hacer ejercicio, sea más fácil.
Para ello es fundamental hacerse en lo posible diariamente un tiempo para ejercitarse en familia. Con esto no solo se comparte tiempo juntos, sino que se está promoviendo buenos hábitos que nos ayudarán en el presente y futuro.
Realizar cualquier tipo de actividad física impacta de forma integral en la salud física, mental y social de las personas a cualquier edad. Por lo que es fundamental comenzar desde el hogar a promover un estilo de vida más sano y menos sedentario, junto a una alimentación saludable, ya que ayudarán a mejorar la calidad de vida de toda la familia.
La práctica de actividad física o deportes no solo ayuda a mantenernos sanos sino también, como destacaba en sus discursos san Juan Pablo II, un gran deportista, la importancia de practicarlo además porque promueve valores como la tenacidad, el espíritu de sacrificio, el respeto mutuo, la lealtad, la amistad y el trabajo en equipo.
Actividades en familia para las 4 estaciones del año
Actividades para otoño
Carreras a paso ligero: las podemos practicar seguido, por ejemplo, llevando a los niños al colegio caminando a paso ligero algún día en la semana.
Paseos en bicicleta: ideal para pasear al aire libre con la familia un domingo.
Algún deporte como puede ser fútbol, voleibol, basquetbol, escalada, tenis u algún otro de preferencia.
Senderismo: una actividad ideal para hacer un fin de semana. Solo hace falta elegir un lugar, ropa cómoda, agua, algunos refrigerios saludables y disfrutar juntos de hermosos paisajes y colores que nos regala el otoño. Aquí los chicos corren, descubren cosas nuevas y hacen ejercicio mientras se entretienen y a su vez les transmitimos el amor por el cuidado del medio ambiente, el cuidado de nuestra casa común.
Saltar hojas: hacer montoncitos como una rayuela e ir saltando sobre ellas. Si las hojas están secas es más divertido.
Actividades para invierno
Patinaje: si hay alguna pista de hielo, mejor, y si no, en las de cemento. Patinar nos brinda múltiples beneficios para la salud, activa la circulación sanguínea, fortalece piernas, pulmones y corazón.
La atrapada: un juego que sin duda les encanta a los pequeños, que no quieren parar de jugar.
Juegos con nieve: si es común que nieve, se pueden hacer ángeles, muñecos y bolas de nieve, o andar en trineo.
Ir a una plaza con juegos. Allí pueden saltar y correr sobre diferentes superficies (pasto, piedras, arena) lo que les permite desarrollar su musculatura, tonicidad y descargar energía.
Competición de baile y karaoke en casa. Se puede formar equipo o hacerlo individualmente. Puede haber algún premio. Por ejemplo, el que gana elige una película para mirar juntos, o la cena, y los perdedores tienen una prenda o lo que se les ocurra.
Actividades para primavera
Saltar a la cuerda: además de ser divertido trabaja los músculos, ayuda a mejorar el balance y la coordinación.
Un juego viejo: elegir un juego que jugaban los padres de chicos. A los niños les encanta conocer más sobre la infancia de sus padres, ¡es una curiosidad para ellos, por ejemplo, saber qué hacían para divertirse sin pantallas!
Jugar al escondite: un juego muy tradicional pero que ayuda a desarrollar distintas habilidades. Por ejemplo, favorece la toma de decisiones (los niños deben elegir en qué lugares esconderse y en cuáles no), la comunicación verbal y no verbal, la motricidad gruesa, y ayuda a comprender reglas de juego, entre otras.
Natación: hacer natación juntos en algún club si existe la posibilidad. Es un deporte muy completo, ayuda a mejorar el aparato respiratorio y cardiovascular y además potencia la salud mental y emocional.
Volar una cometa: un juego tradicional que llega con los vientos primaverales y su práctica aporta habilidades motoras, aprendizaje colaborativo, tolerancia a la frustración y además ayuda a fortalecer algunos valores como la paciencia, la perseverancia y el trabajo en equipo.
Actividades para verano
Juegos clásicos, como la rayuela, el hula hop, saltar a la cuerda no pueden faltar.
Paseo en bicicleta: una actividad excelente para hacer en familia, incluso si uno de nuestros hijos es pequeño también se puede realizar, ya que vienen sillitas para colocar en nuestra bicicleta y llevarlos.
Actividades en la playa: es la época ideal para caminatas, bañarse, y de todo tipo de juegos con pelota (voley, fútbol, manchado…).
Piscina: no solo nadar sino que se puede aprovechar para jugar, hacer búsquedas dentro , bailar y más, porque en la piscina se puede hacer de todo, y lo más importante: es divertido y nos mantenemos en movimiento.
Juegos con agua: los juegos con agua son los favoritos de los más pequeños y son infaltables en los días de calor. Pueden ser guerra de bombitas de agua, de esponjas, pistolas, lo que más les guste. Son juegos que implican moverse, correr, por lo tanto son recomendados para evitar el sedentarismo.
No olvidemos mantener una correcta alimentación e hidratación
Es fundamental acompañar estas actividades con buenos hábitos alimentarios, hacer educación nutricional a nuestros hijos. Por lo tanto, recordar estar preparados de acuerdo al tiempo que van a pasar fuera de casa, las comidas que se realizarán y los refrigerios que serán necesarios para evitar acudir a comprar comidas insanas.
Antes de realizar un entrenamiento intenso (por ejemplo, senderismo y clase de natación, entre otras) es recomendable realizar una comida 3 o 4 horas antes. Es una forma de cubrir la energía que necesitan los músculos.
Es recomendable comidas con proteínas y carbohidratos como un sandwich de pollo, cereales naturales o integrales con fruta y leche o yogur, pastas con salsa con carne, empanadas de carne, pescado o pollo.
Llevar agua suficiente para la jornada. La hidratación es imprescindible para mantenerse saludable. Para ello lo ideal es el agua. Pueden ser aguas saborizadas sin azúcar. Evitar las bebidas azucaradas, bebidas alcohólicas y energizantes en niños.
Anímate a organizar actividades en familia, la estación del año ya no es un obstáculo. Es una manera de compartir hermosos momentos juntos y a su vez ayudar a los niños a trabajar en la superación personal y aprender a afrontar situaciones complicadas.
Por otro lado, le estamos enseñando la importancia de cuidar su cuerpo, mantenerse activos, sanos para la salud y también ayuda a reforzar los lazos entre padres y hermanos.