Un niño de 3 años ha muerto en España por una intoxicación. Su familia vive en una comunidad alternativa sobre la que pesan graves acusaciones
El pasado 19 de mayo, la sección de sucesos de los medios de comunicación españoles transmitían una triste noticia: en la localidad navarra de Corella falleció un niño de 3 años después de ingerir agua oxigenada de uso industrial (más potente que la de uso doméstico).
Las informaciones señalaban que la tragedia tuvo lugar en un espacio propiedad de la comunidad “Las Doce Tribus”; calificada por algunos como “comunidad autogestionada”, pero considerada secta por investigadores y ex adeptos. Sus integrantes aseguran vivir siguiendo los principios del “evangelio de Yashua”. Entonces… ¿son cristianos? ¿Una secta? ¿O simplemente una comunidad de vida alternativa?