El pasado fin de semana tuvo lugar el primero de muchos eventos para celebrar los 70 años de Isabel II en el trono. La ocasión hizo que la Reina fuera vista en público después de algún tiempo en que no acudía físicamente a actos en el exterior de su residencia. Y fue un gran alivio para muchos ver a la soberana británica en tan buena forma, considerando que sus últimos problemas de movilidad la llevaron a cancelar muchos nombramientos cruciales, incluida la reciente apertura del Parlamento.
Mientras la monarca miraba A Gallop Through History, un gran espectáculo que tuvo lugar en el Castillo de Windsor e incluyó cientos de caballos y espectáculos, había un brillo real en sus ojos, tal vez porque estaba rodeada de muchos de sus amigos de cuatro patas.
Sin embargo, hubo un momento particularmente emotivo cuando vio a su amada nieta, Lady Louise Windsor, participando en el desfile jubilar en el Castillo de Windsor. Louise, la hija de 18 años del hijo menor de la reina, el príncipe Eduardo, es una entusiasta conductora de carruajes, una pasión que heredó de su difunto abuelo, el príncipe Felipe.
De este modo, en homenaje a sus dos abuelos, la adolescente condujo sobre la arena con seguridad el carruaje del príncipe Felipe, que le había sido legado cuando murió. La anciana reina de 96 años parecía visiblemente conmovida por el emotivo homenaje de su nieta.
Y fue en ese mismo momento que se reveló la anciana que hay detrás de los muchos títulos y palacios. Una madre, abuela y bisabuela que vio crecer a su familia y creó tantos recuerdos, tanto dolorosos como alegres.
La escena fue una oportunidad para reflexionar sobre cuán cruciales son nuestras generaciones mayores y jóvenes cuando se trata de unir a una familia y cuánto se necesitan mutuamente.
Cerca del Día Mundial de los Abuelos que se llevará a cabo el 24 de julio de este año , asegúrate de recordar a los nietos que cuiden especialmente a sus parientes mayores y que los vean como el regalo que realmente son.
Hoy celebramos a...