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Jonathan, el joven del milagro de Madre Rubatto, la primera santa del Uruguay

JONATHAN MORIS
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Pablo Cesio - Aleteia Uruguay - publicado el 14/05/22
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“Yo no soy el protagonista, es la Madre Francisca Rubatto. Y Dios que obró bajo su intercesión”, expresó Jonathan Moris en diálogo con Aleteia. Aquí una historia que impacta, que tiene mucho de identidad con Uruguay y que está cargada de humildad

Jonathan Moris tiene 36 años, está casado y aún no tiene hijos. Hasta hace pocos meses trabajó en una tienda de mascotas. Allí se desempeñó como peluquero de perros en el área de la estética canina. Pero recientemente cambió de rubro para ponerse al servicio de una empresa que está contratada por la estatal uruguaya UTE, vinculada a la producción y abastecimiento de energía eléctrica.

Así como Jonathan -nacido en la localidad uruguaya de Colonia, sitio ubicado a casi 200 kilómetros de la capital Montevideo- tuvo un cambio en cuanto a su situación laboral, lo que le sucedió en el año 2000, cuando tenía 14 años, le cambió completamente la vida.

JONATHAN MORIS

El sueño de ser futbolista hasta que…

Jonathan desde pequeño tuvo una vida acompañada de sus padres, entre otros familiares. Siempre estuvo haciendo deporte. Por ejemplo, hizo ciclismo hasta los 14 años. Luego empezó a dedicarse al fútbol, el deporte más popular en Uruguay por lejos. Tal es así que hasta llegó a jugar en Plaza Colonia, equipo que actualmente está en Primera División Profesional.

Un día, luego de salir del liceo fue hasta el comercio de su padre para comer. Cuando salió para cambiarse con el fin de acudir al último entrenamiento con Plaza Colonia previo al inicio del campeonato local, tuvo un accidente de tránsito que lo dejó al filo de la muerte debido a un fuerte traumatismo en la cabeza. Tenía nulas expectativas de vida cuando fue trasladado hacia un hospital en Montevideo.

“La idea era continuar con el fútbol. Sí, en ese momento estaba entrenando mucho, me sentía bien”, contó Jonathan a Aleteia.

“Lo que recuerdo luego del accidente es cuando estoy en la sala intermedia.  O alguna imagen que creo que pudo haber sido de antes del accidente… O no”, prosiguió Jonathan dejando en evidencia la vaguedad de recuerdos que tiene de aquel momento especial en su vida.

JONATHAN MORIS

Su tía y madrina, la que le rezó a Madre Rubatto

Sin embargo, contra todos los pronósticos y de manera inexplicable para la ciencia, Jonathan empezó a recuperarse para sorpresa de todos. Detrás de aquello, que fue finalmente definido como milagro, tal cual se puede atestiguar hoy en día luego de un arduo proceso de investigación y documentación que llevó a cabo la Iglesia, el gesto de su tía y madrina.

Fue esa mujer quien en medio de la desesperación por lo que le había sucedido a Jonathan le rezó a la Madre Francisca Rubatto para que intercediera.

“En ese momento estaba (su tía y madrina) trabajando en Montevideo (Colegio y Liceo San José de la Providencia en el barrio Belvedere) donde está el santuario. De ahí viene la conexión. Pidió por mí ante la Madre Francisca. A su vez se sumaron a la cadena de oración compañeras, conocidas y quienes son fieles al santuario. Tengo entendido que fue muy grande. Estoy completamente agradecido a cada una de las personas que rezaron por mí”, indicó Jonathan.

"El 24 de marzo de 2000, en Colonia (Uruguay) se produjo la curación inexplicable de un joven que sufría un trauma craneoencefálico con hemorragia subaracnoidea severa, coma severo, hipertensión intracraneal y daño axonal generalizado", es lo que se indica de manera oficial desde la Congregación para la Causa de los Santos.

Tras esto, el proceso de consulta diocesana que tuvo lugar entre 2005 y 2006 en Montevideo. Fue recién en enero de 2019 cuando el Consejo Médico se expresó por unanimidad con respecto a la inexplicable ausencia de desenlaces neurológicos. Posteriormente, el Congreso de Consultores Teológicos se pronunció -también por unanimidad y afirmativamente- sobre el milagro y atribución a Rubatto. Por último, la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos llegó a las mismas conclusiones el 18 de febrero de 2020. 

       

“Una alegría enorme, pero no soy protagonista”

Pasaron los años, Jonathan se recuperó de manera completa, pero su vida ya había cambiado para siempre.  Pues Jonathan volvió a la vida de la mano de quien este 15 de mayo será proclamada santa. La noticia de esta canonización, postergada por la pandemia del coronavirus, se dio a conocer en febrero de 2020.

Esto sucedió y sintió cuando Jonathan se enteró que gracias a un milagro que Dios había obrado en él a través de Madre Rubatto sería proclamada santa:

“La alegría fue enorme, pero yo no quería ni tomar protagonismo ni importancia. Yo no soy el protagonista, es la madre y Dios que obró bajo su intercesión. La obra de la madre fue la que la lleva a ser santa. Sí, fue una alegría enorme. Un agradecimiento que en base a la obra que hizo en mí pueda ser santa y a todos los fieles de que puedan conocer su obra y rezar a ella para que pueda ayudar a todo el que necesite su intercesión”.

Por otro lado, al ser consultado si todo lo vivido, el milagro de Dios en su vida a través de Madre Rubatto, tuvo algún impacto en tu vida de fe, Jonathan indicó:

“Mi familia siempre fue muy creyente. Yo hice catecismo. Yo siempre fui muy creyente. Luego del accidente todo lo que pasó -el milagro, la intercesión- le di la magnitud que se merece. Todo lo que refiere a la fe y a creer en Dios”.  

Jonathan también confesó en su diálogo con Aleteia que al día de hoy le sigue rezando a Madre Rubatto.

“Trato de agradecerle en mis momentos de oración por haber intercedido y agradecerle a Dios por el milagro que hizo en mí.  Dentro de muchas otras cosas que me ha ayudado Dios. Y espero que siga ayudándome”.

“Tampoco quiero que mi milagro opaque o distraiga lo que es la obra de Madre Francisca y de Dios”,  sentenció.

Un milagro “bien uruguayo”

Los católicos están de fiesta en Uruguay. Tras casi 200 años de vida independiente, recién este 15 de mayo el país sudamericano celebrará a su primera santa, Madre Francisca Rubatto, quien, si bien nació en Italia en 1844, su corazón y obra siempre estuvo muy comprometido con Uruguay.

La historia de Madre Rubatto la pudiste conocer en Aleteia. Y ahora también el milagro que permitió que pueda ser proclamada santa por el papa Francisco, hombre bien muy cercano a Uruguay por nacionalidad argentina.

Detrás de este gran acontecimiento, el testimonio de un joven humilde que soñaba con jugar al fútbol. La misma historia de muchos chicos en Uruguay, país que suele ser reconocido en el mundo por este deporte. Pero con un desenlace ya no tan habitual, cargado de trascendencia y agradecimiento a Dios. Esto con todo lo que ello significa para un país que a lo largo de su historia a nivel institucional se ha mostrado más bien distante con todo aquello referente a la fe y la religión.

Curiosamente, la asistencia a un joven obrero que había sido golpeado en la cabeza por una piedra caída desde un andamio en el verano de 1883 fue lo que terminó vinculando a Madre Rubatto con una comunidad femenina que necesitaba directora, siendo un momento clave para el desarrollo de su vocación religiosa.

Jonathan se encontraba por estas horas en Roma. Este domingo 15 de mayo llevará las reliquias de Madre Rubatto durante la ceremonia de canonización (10 a.m de Roma; 5 a.m de Uruguay). El próximo domingo 29 de mayo también está previsto que esté presente en la Catedral Metropolitana de Montevideo en la misa de acción de gracias que se realizará.

"La fe hay que tenerla siempre. Las cosas que pasan, por algo pasan. Tenemos que asumirlas con fe y tratar de pedir, agradecer y obrar de manera tal que como Dios quiere que obremos. La fe no hay que perderla", concluyó Jonathan, el joven del milagro de Madre Rubatto, la primera santa del Uruguay.

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