Resumámoslo en pocas palabras: nos están construyendo un metaverso, un mundo virtual donde podemos hacer locuras. Para renunciar a la realidad esperábamos, al menos, que se nos presentara un mundo perfecto. Pero al parecer la pesadilla, y no la utopía, está detrás de la puerta digital.
¿Acosar y violar son “experiencias” en la realidad virtual?
El pasado mes de diciembre se metió una piedrita en el engranaje de Mark Zuckerberg, enfocado a construir el metaverso. Se ha puesto a disposición un primer producto, llamado Horizon worlds y promete una experiencia inmersiva en algo que es más que la realidad virtual tal como la conocemos ahora. Para probarlo, se invitó a algunas personas a “experimentar” esta plataforma. Y sucedió algo opuesto a la alegre felicidad representada en los comerciales. Una mujer británica entre los participantes de la prueba Horizon informó que había sido acosada. En realidad su avatar, para ser precisos. Pero es precisamente sobre este punto donde el asunto está candente.
La mujer, Nina Jane Patel, es una madre inglesa de 4 hijos. Trabaja como desarrolladora del Metaverso y por esto participó en las primeras pruebas de este mundo alternativo. Las cosas fueron terriblemente mal desde un principio:
Pensabas que estabas dando un paso para un cumplir un sueño y te encuentras en un mundo virtual a interactuar con escoria humana muy real.
Surgen un sinfín de preguntas. ¿Es como ver una película en la que asisto a una violencia contra un personaje que se parece a mí? ¿Qué es la violación o la violencia en el metaverso? ¿Una impresión? ¿Una ficción? ¿Una experiencia?
La única respuesta que puedo formular no responde a estas preguntas. Es más que una certeza que asoma en el horizonte: jugar el juego del Creador con hombres y mujeres reales es un engaño peligroso.
No te preocupes, está la Safe Zone
La realidad interviene incluso dentro de lo virtual. Y para incomodar al Hamlet que hiberna dentro de mí, pregunto: pero si este metaverso va a ofrecer una experiencia mímica de la realidad, incluso mejorada, ¿no debería ser parte la herida causada por la presencia del mal? ¿Es una especie de mundo libre donde no existe el mal? ¿Y el metaverso nos quiere libres? - Está bien, Hamlet, es suficiente.
Mi deriva filosófica muestra que son los antípodas de las mentes prácticas y brillantes del séquito de Zuckerberg. Además de la ética y la moral, se trata de analizar el informe negativo e implementar el servicio. Vivek Sharma, vicepresidente de Horizon Worlds, ha declarado sobre el caso de la señora Patel:
Lo que en la realidad es un evento traumático, en lo virtual se convierte en un buen feedback. No se preocupe, están trabajando para diseñar mejor la Zona Segura. ¿Qué es esto? Es un botón: haciendo clic el usuario puede salvarse de los peligros y de todo lo que no es grato en el metaverso. Vaya. Ni siquiera estos grandes cerebros han podido idear una manera para que todos los avatares sean buenos, educados y mansos. ¿Tendremos también tribunales y prisiones en el metaverso después de la Safe Zone?
¿Conoces el efecto Proteos?
Inmersivo, está es la palabra clave para entender el metaverso. Y Nina Jane Patel explicó bien lo que implica esta palabra en el post en el que denunciaba el acoso sufrido:
En el horizonte de un espacio virtual tan avanzado, el efecto secundario de una identificación casi total se vuelve vertiginoso. De hecho, continúa Patel:
Esta percepción de la realidad tiene un nombre, el efecto Proteos.
Aún sin molestarse en una definición, está claro que hay un punto de unidad detrás de cada representación de uno mismo (ya sea el perfil de Instagram, el de Facebook, o la cara con el filtro de verano en TikTok). Es la persona, entendida como alma -sí, hay que ocuparse de esta palabra- que inerva [transmite estímulos nerviosos] a cada uno de sus apéndices.
Nubes negras en el horizonte
¿Has visto ya los comerciales que promocionan Horizon? Es difícil de comentar.
El velo cayó fácilmente, ahora nos dicen claramente que podremos prescindir de la realidad. Y será emocionante. Estás en la cocina con tu esposo, él a tus espaldas. (¡Oh, poder sintético de las imágenes!). Con tu hermoso visor estás en otra parte. ¿Dónde y cómo? Eres una mujer con bigote que vuela en el metaverso y luego, en un instante, te encuentras en una clase virtual de pintura con un atractivo hombre australiano (mientras tu esposo sigue detrás de ti preparando el desayuno).
¿Qué ves realmente en este comercial? Una obra diabólica de separación, marido en un mundo y mujer en otro. El hombre encuentra formas cada vez más sofisticadas de separar lo que Dios ha unido. Ohhh, claro, pero aún pueden encontrarse juntos en Horizon. Quién sabe por qué esta hipótesis no me consuela.
Y hay algo que también me deja amargada en la historia de la señora Patel. Quizás soy víctima de pensamientos muy cínicos relacionados con las estrategias comerciales extremas que se han visto en los últimos años. Nina Jane Patel es parte del equipo de investigadores que están desarrollando el metaverso. La denuncia del acoso fue un grito mediático levantado por varios periódicos acompañado de otro comunicado suyo, aquel de querer comprometerse a desarrollar un sistema de seguridad para hacer del metaverso un lugar seguro para los menores. El proyecto-producto en el que está trabajando se llama Kabuni.
Es madre de cuatro hijos, se puede entender la preocupación pero reconozco que por mi cabeza relumbró la hipótesis de una estrategia de promoción muy refinada para su producto. Y la amargura que siento nace de la creencia de que lo que sufrió fue una agresión real. Como madre herida y consternada, habría comenzado a pensar en cómo desactivar a los ojos de mis hijos la tentación de caer en la trampa del metaverso. No, no hubiera sido suficiente estar para que fuera un lugar más seguro.