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Los boliches de la Virgen del Pilar son un plato típico de la cocina tradicional de Aragón (España). Es un plato vegano (es decir, que no lleva carne), que a su vez es sano, nutritivo, económico, sencillo de elaborar y por supuesto delicioso.
Los boliches del Pilar tienen su historia
Los boliches del Pilar son una variedad de alubia de grano pequeño, redonda y mayormente blanca excepto en el embrión, que posee una mancha de color marrón y morado.
Cuenta la tradición que este nombre de alubia de la Virgen se debe a esa mancha que se encuentra en su pedúnculo de unión con la vaina, porque allí se dibuja una imagen que se asemeja a la Virgen del Pilar.
Puedes ver la historia de la Virgen del Pilar aquí.
Es por ello que esta alubia se conoce con distintos nombres dependiendo del lugar de Aragón como: Alubia del Pilar, alubia del manto de la Virgen, alubia boliche o alubia Pilarica, entre otros.
Es una semilla muy arraigada en Aragón, sin duda una de las alubias más apreciadas y consumidas en esta comunidad.
Podemos degustar estas alubias con la receta que nos comparte una vez más Fray Ángel Serrano de la orden de los Franciscanos del Santo Espíritu. Son los Boliches de la Virgen del Pilar, que se puede ver paso a paso en su canal de Youtube:
Receta de boliches de la Virgen del Pilar
Ingredientes:
- Boliches (alubias)
- 2 cebollas
- 1 cabeza de ajo
- Aceite de oliva
- Hojas de laurel
- Harina
- Sardinas de arenque
- Guindilla en vinagre
- Cebolla en vinagre
Preparación:
Dejar los boliches en remojo toda la noche.
Luego de pasada la noche tirar el agua, enjuagar y escurrir, colocar los boliches en una olla de barro o de hierro cubriéndolos con 3 dedos de agua aproximadamente, y agregar las hojas de laurel, el ajo y unos trozos de cebolla.
Se le da un hervor a fuego fuerte y cuando empiece a hervir, romper el hervor añadiendo agua fría hasta cubrir los boliches. Dejar cocinar a fuego lento aproximadamente durante una hora y media o dos.
Para preparar las sardinas:
Limpiar las sardinas. Para ello, se sacan las tripas y se desechan. Luego, para sacarles la piel se pueden envolver en un papel y apretar con una prensa, por ejemplo, de tortilla mexicana o algo fuerte que ayudará a quitar la piel fácilmente.
Se separa la raspa del lomo de sardina y se reserva en un plato para luego fritar.
Al momento de freír, primero se pasan por harina y se fríen en abundante y caliente aceite.
Se retiran y reservan.
Para el sofrito de cebolla:
Se corta la cebolla en cubitos y se coloca en una sartén con aceite de oliva. Una vez listo, se añade a la olla de los boliches y se deja cocinando unos 10-15 minutos más.
Se sirven los boliches calientes en un plato hondo y se acompaña con las sardinas y con unos bocaditos de guindilla y cebolla en vinagre.
Valor nutricional:
Las sardinas son una variedad de pescado azul por lo que es de alto valor nutricional. Además es un alimento accesible, económico y sabroso.
Nos aporta proteínas de alto valor biológico, vitamina D, fósforo, calcio, potasio, vitamina B12, omega 3 y aminoácidos.
Estamos acostumbrados a consumir la sardina en lata pero como en este caso es mejor la fresca, su consumo nos brinda múltiples beneficios para la salud ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares, del sistema nervioso y ayuda al desarrollo neurocerebral de los niños.
Los boliches son una variedad de alubias, legumbres que presentan una forma redonda de piel suave y de exquisito sabor. Como toda legumbre es un alimento muy completo nutricionalmente y saludable para todas las edades.
Su contenido en hidratos de carbono complejos lo hace un alimento fuente de energía, es rico en fibra, lo que proporciona saciedad y efectos probióticos a nuestro organismo. Tiene además un buen aporte proteico y proporciona una variedad de vitaminas y minerales esenciales.
La guindilla es conocida como pimiento originario de América Central y América del Norte y existen más de 2.000 variedades de esta especie que actualmente se cultiva por todo el mundo.
El nombre pimiento es de origen español, puesto por los colonizadores por su sabor picante similar al de la pimienta negra.
Los pimientos picantes contienen un compuesto llamado capsaicina, que al interactuar con nuestra saliva, dispara unos receptores que detectan el dolor: es la que provoca la sensación de quemazón. Pero no todo es malo: estos pimientos tienen una parte favorable, y es que tienen un efecto protector, disminuyendo el riesgo de muerte por ataque cardíaco o infarto cerebral.