El papa Francisco ha agradecido al pueblo polaco por ayudar a los prófugos ucranianos, especialmente mujeres con niños que escapan de la guerra.
En la audiencia general del miércoles 2 de marzo de 2022, en el aula Pablo VI del Vaticano, el Papa realizó un gesto especial hacia un fraile franciscano ucraniano, Marek Viktor Gongalo.
El colaborador del Papa, que a pesar de tener a su familia bajo las bombas rusas se ha presentado con entereza al trabajo y prestó su servicio matutino en la audiencia al leer el resumen de la catequesis en lengua polaca ante los peregrinos y fieles de todo el mundo, recibió un digno encomio público por parte del pontífice. “Él tiene a sus padres ancianos bajo las bombas y vino a trabajar”.
Gracias por abrir sus corazones
El pontífice saludó al pueblo polaco. “Ustedes fueron los primeros en apoyar a Ucrania, abriendo sus fronteras, sus corazones y las puertas de sus hogares a los ucranianos que huyen de la guerra. Les ofrecen generosamente todo lo que necesitan para vivir con dignidad, a pesar del drama del momento.” (aplausos).
“Les estoy profundamente agradecida y les bendigo con todo mi corazón.”, agregó el Papa a quien se le quebró la voz al pronunciar estas palabras, una bandera polaca ondea entre el público.
Asimismo, Francisco recordó que hoy “entramos en el tiempo de la Cuaresma. Nuestra oración y ayuno serán una súplica por la paz en Ucrania, recordando que la paz en el mundo siempre comienza con nuestra conversión personal, siguiendo a Cristo”.
Cuaresma: Oración y ayuno por la paz en Ucrania
El Obispo de Roma ha proseguido su segunda catequesis sobre el tema de la vejez. “Al escuchar el texto del Génesis”, recordó que “Padres e hijos viven juntos, y se puede “encontrar un significado simbólico en la relación que existe entre la longevidad y la genealogía”.
El Pontífice dijo que ante la fragilidad de la condición mortal, se necesita el “apoyo mutuo entre las generaciones”: para “entender las experiencias vividas y enfrentarse a las grandes preguntas de la vida”.
El Papa ha pedido un pacto entre generaciones, ancianos y al otro extremo los nietos: Una revolución para respetar los ritmos de la vida, y no dejar que la dictadura del tiempo, impuesto por la sociedad, reste dignidad.
Pandemia, abuelos ayuda emocional de los pequeños
“La pandemia, en la cual estamos todavía obligados a vivir, ha impuesto – muy dolorosamente, lamentablemente – un revés para el obtuso culto a la velocidad”.
El Papa recordó que “la vejez impone ritmos más lentos, que crean espacios de reflexión profundos sobre el sentido de la vida, ritmos impensables cuando estamos sometidos a la dinámica obsesiva del tiempo.
Hemos visto cómo la pandemia ha obstaculizado el culto frenético a la velocidad; en este tiempo los abuelos se han convertido en una barrera que ha evitado que la vida afectiva de los más pequeños se marchite”, explicó.
Así, insistió en realizar una “alianza visible entre generaciones” que nos restituya “la esperanza de no vivir en vano y también el amor por nuestra vida vulnerable”. Por lo que “asegura que nuestro destino es el de caminar hacia el encuentro con Dios” en todas las etapas de la vida.
Por ello, el Papa ha pedido de rezar por la gracia “de experimentar la belleza de cada etapa de la vida, que promueva la necesidad de una alianza entre las generaciones, llena de armonía y serenidad”.