Santa Sofía a Via Boccea es una iglesia en Roma, Italia. Está dedicada a la Sabiduría Sagrada, uno de los siete dones del Espíritu Santo.
El templo es noticia por ser el epicentro de una campaña de solidaridad espontánea que ha conmocionado a los romanos.
La iniciativa ha nacido y crecido, en pocos días, a través del impulso de las redes sociales y del entusiasmo del padre ucraniano, Marco Semehen, y los fieles.
La gente ha llegado hasta aquí para donar mantas, alimentos y medicinas. Todo será llevado directamente en camiones hasta Kiev, Ucrania, o, por lo menos, a la frontera con Polonia.
Los voluntarios ucranianos e italianos trabajan incansablemente. La solidaridad llenó de vida el templo que sirvió como iglesia madre de la Iglesia Católica Griega de Ucrania, mientras que la Catedral de San Jorge en Lviv fue controlada por la Iglesia Ortodoxa Rusa.
La comunidad cristiana ucraniana el domingo pasado lloraba por la guerra durante la misa y esta semana se mueve casi como hormigas incansables.
Familiares y amigos bajos las bombas
Ellos se pasan en cadena cajas de arroz, aceite, azúcar, leche de alta conservación. Es la caridad que se organiza sin resignarse.
Los voluntarios, a su manera, buscan no caer en el dolor que paraliza al pensar en familiares y amigos que están en Ucrania; refugiados en búnkeres, sótanos y refugios anti aéreos.
Familias - de ambos lados - que viven tiempos de zozobra bajo las bombas o en Italia presas de la incertidumbre.
Un pasillo de pocos metros separa el silencio de la iglesia de Santa Sofía en Roma del ruidoso vestíbulo de la basílica, que el domingo pasado se convirtió en un "campo de campaña" que acoge la caridad de la ciudad para ayudar a los ucranianos que no han podido escapar de la guerra y resisten.
La ayuda humanitaria llegará probablemente hasta la frontera polaca, donde ya cerca de 40.000 personas buscan refugio en otros países de Europa.
De las lágrimas a la acción
“La ayuda saldrá en camión lo antes posible", dijo a la televisión publica, RAI, el padre Marco Semehen, rector de Santa Sofía, iglesia nacional ucraniana en Roma.
El sacerdote habla un italiano con acento del este y vive en Roma desde 2004. Todo empezó con algunas publicaciones en las redes sociales.
Para los cristianos greco-católicos, el domingo pasado fue el "Domingo del Perdón", el último día antes de la Cuaresma.
La basílica neobizantina se llenó de fieles para la misa. El sacerdote contó que la gente pedía al Señor por la salvación de sus familiares que no han podido escapar del infierno de los bombardeos.
“En los últimos días ya hemos enviado a Lviv dos grandes furgonetas con las primeras donaciones de nuestra comunidad", agrega el padre Semehen.
“Pero no son suficientes y por eso pedimos ayuda a los romanos. Esperamos llenar un camión que acaba de llegar de Ucrania y está regresando. Esperamos que llegue a la ciudad de Kiev, de lo contrario lo dejará todo en la frontera polaca”.
Cáritas
Por su parte, Cáritas Roma, que ha promovido una campaña de recaudación de fondos, también ha enviado un mensaje por WhatsApp: "Puedes contribuir con donaciones a la cuenta postal 001021945793 a nombre de Fondazione "Caritas Roma" - ONLUS (Via Casilina Vecchia 19), motivo del pago "Support Ukraine"; transferencia bancaria Banco Posta IBAN: IT 50 F 07601 03200 001021945793".
La diócesis de Roma lanzará otras iniciativas de caridad, en vísperas del 2 de marzo, miércoles de ceniza y fecha elegida por el papa Francisco para la jornada de oración y ayuno de todos los católicos del mundo, unidos para pedir la paz para Ucrania.