separateurCreated with Sketch.

El curioso vínculo del curling con la Iglesia católica

CURLING
Esteban Pittaro - publicado el 05/02/22
Los Juegos Olímpicos de Invierno están en marcha... Y con ello una conexión de una disciplina con la Iglesia que te sorprenderá

Desde este viernes y hasta el 20 de febrero empezaron a tener lugar en Beijing los Juegos Olímpicos de Invierno, cita cumbre del deporte mundial que por primera vez se lleva a cabo en una ciudad que ya albergó Juegos Olímpicos de Verano.

Uno de los deportes más populares de los Juegos, se ha confirmado durante las últimas ediciones, es el “curling”, deporte de equipos que requiere tanto precisión y destreza como intensidad y fuerza.

Incorporado al calendario oficial desde Nagano 1998, las partidas de curling, han escrito algunos medios internacionales estos días, causan auténtico “furor”. No hay roce entre los equipos, no hay contacto entre ellos. Pero los segundos en los que se barre la piedra para que se deslice en la pista de 45.7 metros son de un frenesí único.

STONE

Se trata de un deporte de origen medieval surgido en Escocia. Y es en este país que se da una curiosa conexión con la Iglesia católica. Ocurre que la gran mayoría de las piedras de curling, las mejores, las más usadas, provienen de Ailsa Craig, isla ubicada al noroeste de Gran Bretaña en el Fiordo de Clyde.

Es esta isla, a mitad de camino entre Irlanda y la costa escocesa, que sirvió de refugio a los católicos durante la Reforma Escocesa. La reforma liderada por John Knox llevó en 1560 a la ruptura del Parlamento escocés con el Papa y a la declaración de ilegalidad de la Iglesia católica en el reino.

Numerosos nobles protegieron a clérigos e ignoraron la prohibición de los ritos, entre ellos la celebración de la Eucaristía. Algunos llegaron hasta la isla Ailsa Craig por esos años buscando establecer un refugio para continuar abiertamente practicando la fe católica, y, según escriben algunos historiadores, ser fortaleza española para una eventual invasión para la restitución de la fe en el reino.

De aquellos años se tienen los primeros registros de la práctica de curling, pero no necesariamente en la isla, bastante inhóspita, incluso hoy, sino en la gran isla, en sus lagos y estanques congelados.

Las piedras de 20 kilos, que durante los siglos se han ido modificando y perfeccionando, se fabrican con granito, y ninguno es tan apto y apropiado como el de Ailsa Craig. La explotación, no obstante, no es permanente. La única firma autorizada, desde hace más de un siglo y medio, es Kays Curling, que solicita permiso para aprovisionarse del granito cuando tiene que renovar el stock.

Más de 35 países han participado en el curling olímpico desde su inclusión oficial. Pero más allá del origen británico –en los Juegos Olímpicos los países del Reino Unido participan en conjunto-, el país más ganador de medallas doradas en la historia es Canadá.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.