Campaña de Cuaresma 2025
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La ciudad de Iquique se ha vuelto nuevamente epicentro de una grave crisis social, gatillada por el descontento de gran parte de sus habitantes, quienes han paralizado actividades en protesta por la inseguridad que viven y los efectos de una migración irregular no controlada.
Ante este complejo escenario que se vive en la zona norte del país, el obispo hace un emplazamiento urgente a las autoridades para que busquen una pronta solución:
“Nos encontramos con Iquique paralizado y la ciudad de Arica bloqueada en sus dos entradas, ninguna de las dos ciudades del norte puede absorber las demandas de vivienda, trabajo, salud y educación generadas por los grupos de emigrantes que siguen llegando a esta zona del país. Las autoridades tienen que buscar un camino realista de solución y regularización”.
El largo camino hasta el fin del mundo
Desde que Chile se volvió destino final para muchos emigrantes, especialmente las grandes oleadas de venezolanos que han llegado en los últimos años, los organismos de ayuda humanitaria y migraciones, ven con impotencia las dificultades a las que siguen expuestos los extranjeros que llegan buscando una mejor calidad de vida, situación que fue alertada también en un comunicado público despachado en diciembre de 2021.
Los testimonios dan cuenta de un peregrinaje interminable que se prolonga por duras semanas, donde muchos de los que ven a Chile como la salvación, llegan en condiciones de salud extremadamente deterioradas, desnutridos y deshidratados luego del paso por el inclemente desierto.
“Con la entrada en vigencia de la última ley migratoria de Chile, los extranjeros que se han visto obligados a dejar su país, tomaron como una gran opción el ingreso irregular por pasos no habilitados por la frontera norte, lo que ha permitido una llegada masiva, poniendo en riesgo su vida y exponiéndose a graves situaciones de vulneración de derechos”, señala el presidente de INCAMI.
Luego del breve paso por Colchane, puerta de ingreso a Chile, la ruta lleva a la ciudad de Iquique, la cual fue viendo como su paisaje cambió al convertirse en una gran campamento improvisado en sus calles, plazas y playas, lugares que no cuentan con las condiciones y servicios higiénicos mínimos. El descontento de sus habitantes fue creciendo hasta estallar una vez más en pleno periodo estival y de vacaciones.
Desde la diócesis de Iquique, zona del conflicto, su administrador, el sacerdote Guillermo Fajardo, emitió un comunicado público en el cual llamó a sus habitantes a “insistir en una actitud de diálogo fecundo y crear instancias transversales para ello y así lograr responder de manera mancomunada y humanitaria a la actual migración".
"Es de suma urgencia no seguir aplazando soluciones reales que tengan presente el bien común y el respaldo de todos para una sana y ordenada convivencia ciudadana”, agrega parte de la declaración.

Carta el gobierno
Los que trabajan diariamente apoyando y tratando de dar soluciones a los emigrantes que llegan al país sabían que este verano del 2022 estaríamos nuevamente ante una crisis humanitaria, se esperaba un nueva oleada de emigrantes.
Por este motivo, la última semana de enero, desde INCAMI y Cáritas Chile se envío una carta al ministro del Interior, Rodrigo Delgado, en la cual se le manifestó a la autoridad la profunda preocupación por la crisis migratoria que enfrentamos y que afecta tanto a las personas que llegan a Chile, como a las comunidades de acogida, que sufren con la migración irregular ante la falta de políticas públicas adecuadas.
Es justamente este grupo el que alzó la voz en signo de protesta exigiendo solución a la crisis social que viven desde hace al menos dos años en Iquique.
El texto emplaza a la autoridad a realizar propuestas concretas para enfrentar esta situación a la mayor brevedad posible, entendiendo a la migración como un Derecho Humano.
“No es posible que Chile sea el único país receptor de término de todos los que emigran. Es esencial que las políticas públicas se encaminen a ofrecer seguridad tanto al chileno para seguir con el desarrollo de su vida, acorde a sus necesidades, como del que llega al país. La migración es un derecho humano y por lo mismo se requiere un trabajo coordinado con otros países hermanos para buscar soluciones concretas y efectivas a este conflicto”, indica el mensaje.
Este martes 1 de febrero llegó hasta Iquique el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, con el fin de buscar soluciones al conflicto que se vive en la ciudad norte del país.
