“El cuidado de la salud constituye una obligación moral”, dijo el Papa y pidió acabar con “reglas monopólicas” que son una barrera para “la producción” y el “acceso organizado” de las vacunas y de los tratamientos médicos.
La propuesta fue lanzada por Francisco durante su discurso ante 183 diplomáticos acreditados ante la Santa Sede con motivo de la presentación de las felicitaciones de Año Nuevo.
“Las vacunas no son instrumentos mágicos de curación, sino que representan ciertamente, junto con los tratamientos que se están desarrollando, la solución más razonable para la prevención de la enfermedad”.
Asimismo, señaló que “en los lugares donde se ha llevado adelante una campaña de vacunación eficaz, ha disminuido el riesgo de un avance grave de la enfermedad”.
El Pontífice dijo que era “importante que se continúen los esfuerzos para inmunizar a la población lo más que se pueda”.
“Esto requiere un múltiple compromiso a nivel personal, político y de la comunidad internacional en su conjunto. En primer lugar, a nivel personal.
Todos tenemos la responsabilidad de cuidar de nosotros mismos y de nuestra salud, lo que se traduce también en el respeto por la salud de quien está cerca de nosotros. El cuidado de la salud constituye una obligación moral”.
Este lunes, 10 de enero de 2022, en la Sala de la Bendición, tras las palabras introductorias del Decano del Cuerpo Diplomático, George Poulides, Embajador de Chipre ante la Santa Sede, el Papa pronunció un discurso articulado y amplio.