“Es peligroso cuando, en lugar de escucharnos, nos culpamos de nuestros errores”. El Papa Francisco indicó hoy que se aprende ser una familia cada día, sin recetas preconcebidas y advirtió: “Es peligroso cuando, en lugar de hablar, nos aislamos con nuestros teléfonos móviles”. Lo dijo este domingo, 26 de diciembre de 2021, en la oración del Ángelus.
La Sagrada Familia es un ejemplo para salir de la dictadura del “yo”. Dejar de “aislamos con nuestros teléfonos móviles”. El Papa dijo que la violencia física y moral rompe la familia.
Asomado en la Plaza de San Pedro, el Papa celebró la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret.
“Dios eligió a una familia humilde y sencilla para venir entre nosotros. Detengámonos a contemplar con asombro la belleza de este misterio, destacando dos aspectos concretos para nuestras familias.”, dijo.
Por ello, sostuvo que “la familia es la historia de la que provenimos”. No hay familias perfectas, esas de las imágenes sagradas. El Papa invitó a hablar mucho, dialogar en la mesa, involucrando a los abuelos, los hijos, etc.
“Es hermoso ver a Jesús insertado en la red de afectos familiares, naciendo y creciendo en el abrazo y la preocupación de los suyos”.
Entonces, el Papa sostuvo que para nosotros es importante pensar que “venimos de una historia entretejida de lazos de amor” , y “no tanto de los bienes materiales que hemos disfrutado, sino del amor que hemos recibido”.
“Puede que no hayamos nacido en una familia excepcional y sin problemas, pero es nuestra historia, son nuestras raíces: ¡si las cortamos, la vida se seca!
El Pontífice explicó que nuestra historia familiar, cualquiera que ella sea, es motivo de agradecimiento aDios. “Démosle las gracias y recemos por nuestras familias. Dios piensa en nosotros y quiere que estemos juntos: agradecidos, unidos, capaces de proteger nuestras raíces”.
No todo va siempre bien en la familia
El Papa admitió que hasta en “la Sagrada Familia no todo va bien: hay problemas inesperados, angustia, sufrimiento”.
Por eso, dijo que “aprendemos a ser una familia cada día”. También la Sagrada aprende en el camino a cuidar al pequeño Jesús
Y recordó que “María y José pierden a Jesús y lo buscan angustiados, y lo encuentran después de tres días”.
“Y cuando, sentado entre los maestros del Templo, responde que debe atender los asuntos de su Padre, no lo entienden”.
María y José, como todos los padres, “necesitan tiempo para aprender a conocer a su hijo.”
“Así es también para nosotros: cada día, en la familia, hay que aprender a escucharnos y comprendernos, a caminar juntos, a afrontar los conflictos y las dificultades.
Es el reto diario, y se gana con la actitud adecuada, con pequeñas atenciones, con gestos sencillos, cuidando los detalles de nuestras relaciones”, añadió.
Fijémonos en María y José
El Papa invitó a fijarnos en María para “preservar la armonía en la familia”, dado que “hay que luchar contra la dictadura del "yo".
“Es peligroso cuando, en lugar de escucharnos, nos culpamos de nuestros errores; cuando, en lugar de preocuparnos por los demás, nos centramos en nuestras propias necesidades; cuando, en lugar de hablar, nos aislamos con nuestros teléfonos móviles; cuando nos acusamos unos a otros, repitiendo siempre las mismas frases, escenificando una obra de teatro ya vista en la que cada uno quiere tener razón y al final hay un frío silencio. Repito un consejo: por la noche, después de todo, hagan las paces.
Nunca vayan a dormir sin haber hecho las paces, porque si no al día siguiente habrá una "guerra fría". ¡Cuántas veces, por desgracia, nacen conflictos dentro de las paredes del hogar como resultado de silencios demasiado largos y egoísmos no curados!
A veces incluso se llega a la violencia física y moral. Esto rompe la armonía y mata a la familia. Pasemos del "yo" al "tú". Y cada día, por favor, recen un poco juntos, para pedir a Dios el don de la paz. ¡Y comprometámonos todos -padres, hijos, Iglesia, sociedad civil- a apoyar, defender y proteger la familia!
Que la Virgen María, esposa de José y madre de Jesús, proteja a nuestras familias”, concluyó el Papa.
Invierno demográfico
Después del Ángelus, el Papa Francisco ha recordado que hoy ha dejado un regalo para las familias: Una carta que habla de amor de pareja, el dono de los hijos. Precisamente, el Papa dijo que es una tragedia en Italia y en muchos países de Europa: "El invierno demográfico". Un mal que dijo va contra la patria, la alegría y la esperanza en el futuro.