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El pianista que superó un ictus y hoy toca con una sola mano

MANUEL LOPEZ
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Violeta Tejera - publicado el 19/12/21
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"Puedes hacer música sin manos, solo con el corazón". Son palabras de Manuel López. Es pianista, lleva dedicado a la música desde los 4 años pero su carrera se vio truncada por una distonía focal que acabó con la movilidad de su mano derecha. Manuel, ahora con 43, ha decidido seguir adelante y dedicarse a su gran pasión tocando el piano solo con su mano izquierda.

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Una prometedora carrera. Manuel comienza su carrera musical con sólo 4 años y pronto se convierte en un alumno brillante. Llega a ser el alumno más joven del Conservatorio de Madrid con sólo 15 años y acaba su carrera a los 17. Toca el piano y el violonchelo y completa su carrera componiendo grandes obras. Todo marcha bien hasta que en 2001 comienza a ver cómo su mano derecha pierde movilidad.

Su enfermedad

Le diagnostican distonía focal, una enfermedad neuronal que limita el movimiento. Tiene tratamiento pero es incurable. Pierde la movilidad en su mano derecha y se convierte en un drama para un joven que sueña con convertirse en un gran músico con una carrera brillante. Mucho dolor, una operación de alto riesgo y un ictus posterior que le deja sumido en una gran depresión.

Manuel visita varios médicos, psiquiatras y se somete a tratamientos pero sin resultado. Aparca la música y busca otras salidas, pero se da cuenta de que nada le llena, que no es feliz.

Reinventa la música

Manuel trata de buscar un nuevo camino y se sienta de nuevo frente al piano. Adapta su cuerpo, su forma de componer y, como dice, "con 5 dedos hago lo mismo que antes hacía con 10". Comprueba que lo que le da vida es volver a tocar el piano y comienza de nuevo a componer con su mano izquierda, haciendo las 2 voces con la única mano que mueve. Componiendo en capas.

La fe es el único camino

En los momentos más dolorosos y oscuros Manuel cuenta que "hay dos caminos: uno prefiero ni nombrarlo y otro es la fe. Te aferras a ella y los milagros ocurren, cada día, con las pequeñas cosas". Todo en la vida es inesperado, como lo que Dios hace.

Manuel se apoya en Dios para seguir luchando y le agradece su camino de enfermedad. Insiste en que "los milagros no dejan de ocurrir. Para hacer música no hace falta una mano, ni siquiera las dos. Se puede hacer música con el corazón y eso es lo que me mueve y lo que me da fuerza."

Su vida, un ejemplo

Manuel no se queja, al contrario. Disfruta intentando hacer llegar su mensaje de superación a los demás. Se brinda para hablar y apoyar a quien pasa por lo que él pasa y anima a músicos que sufren esta enfermedad a levantarse y seguir caminando al lado de las melodías.

Quiere que su mensaje llegue y cale, contagiar su alegría de vivir dejando los obstáculos a un lado. "Hay que seguir tocando, buscar repertorios fáciles o reinventarlos y adaptarlos a nuestra nueva situación". Quiere ayudar a los que, como él, sufren una distonía focal. Quien quiera su ayuda, puede encontrarle disponible a través de su página web.

Su sueño

Manuel persigue su sueño. Recuerda como de pequeño escuchaba a los más grandes tocar en el Auditorio Nacional de Madrid y eso es lo que quiere. No pudo hacerlo en su momento pero espera conseguirlo pronto. Allí sentado al piano y sólo con su mano izquierda. Dice que la música le completa y que sólo con ella puede expresarse. Manuel quiere seguir tocando, para los suyos y para todos en recitales y conciertos. Crea su música desde el corazón y la toca, de una forma exquisita, sólo con su mano izquierda.

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