El papa Francisco ha querido regresar después de 5 años a la isla griega de Lesbos para visitar esta “tierra del olvido” donde están hacinados cerca de 2.200 refugiados temporales y migrantes provenientes de África, Medio Oriente, Asia y África.
El Papa ha citado las palabras de Bartolome I, su amigo y compañero de viaje en Lesbos en 2016: “El que les tiene miedo no los ha mirado a los ojos. El que les tiene miedo no ha visto sus rostros. El que les tiene miedo no ve a sus hijos. Olvida que la dignidad y la libertad trascienden el miedo y la división”.
Este mensaje fue encarnado por un niño afgano, risueño y cariñoso con el papa Francisco. Mustafá se movió rápido entre la multitud para saludar dos veces al pastor vestido de blanco.
Mustafá, es uno de los tantos niños refugiados que viven en el Centro de identificación de Mitilene, al que llegó el Papa en la mañana de este 5 de diciembre como parte de su 35 viaje apostólico a Grecia.
Las palabras de Bartolomé, reiteradas hoy por el Papa y delante a los ojos diáfanos de Mustafá son un llamado a no dar la espalda a estos infantes con un futuro incierto y a sus familias. También es una invitación certera para no olvidar que detrás de la palabra "migrante" o "refugiado" hay personas de carne y hueso con sus historias y pequeñines con sus sueños.
¿Cómo se puede tener miedo de Mustafá?
Las personas que tocan a la puerta de Europa escapando de guerras y miseria no son ‘monstruos’ como la política populista y cerrada en el egoísmo - como dijo el Papa (04.12.2021)- quiere vender a su electorado.
Los migrantes y solicitantes de asilo no son números, son seres humanos como el pequeño Mustafá que salió al encuentro del Papa de 84 años, quien que se acercó a varios refugiados deseosos de saludarlo.
Mustafá le extendió uno de sus brazos. El Papa le preguntó en inglés “¿cuál es tu nombre?” para envolverlo después en un abrazo. Luego de saber que llegó desde Afganistán, el Papa se despidió y siguió recorriendo la valla para saludar a más refugiados.
¿Cómo se le puede dar la espalda a Mustafá?
En cambio, de dividirnos y caer en juegos ideológicos escuchando a políticos o líderes que lucran o engrosan su electorado sin piedad, intentemos cerrar los ojos por un momento e imaginar los ojos de felicidad del pequeño Mustafá que unos metros más adelante, volvió a presentarse ante el Papa, quien se detuvo sorprendido al reconocer al mismo niño. “Mustafá”, dijo el Obispo de Roma: “Dos veces”, agregó. Los dos vuelven a sonreír por la travesura. [Ver vídeo abajo]
Esta es la segunda ocasión en que el Papa Francisco visita la isla de Lesbos. ¿Tendrá que hacerlo una tercera, cuarta o quinta vez? Quizás sea el momento de no dejar que el miedo instrumentalice más a estos seres frágiles y necesitados. La defensa de la vida es la bandera del cristianismo y cualquier sistema que provoque desigualdad y guerras es anti-cristiano.
Por último, cabe recordar el llamado del Papa Francisco en su segunda visita a Lesbos: “Ruego a cada hombre y mujer, a todos nosotros a que superemos la parálisis del miedo, la indiferencia que mata, el cínico desinterés que con guantes de seda condena a muerte a quienes están en los márgenes”.
Que María Santísima nos enseñe a anteponer la realidad del hombre a las ideas e ideologías, y a dar pasos ágiles al encuentro del que sufre”, concluyó.