Mientras aún retumban los ecos de lo acontecido con la niña de 11 años embarazada tras ser violada y el fallecimiento de su bebé, José María, tras un aborto legal, en Bolivia una nueva crisis política ha estallado en los últimos días.
Se trata de una serie de movilizaciones motivadas por la Ley 1386 de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento al Terrorismo. Considerada una “ley madre”, quienes están en contra señalan que busca imponer un “totalitarismo económico y financiero”, tal cual recuerda un informe publicado recientemente por BBC Mundo.
Más allá de estos factores, entre otros vinculados a otras normativas que son motivo de protesta -y hasta puntos de contactos con lo acontecido con Evo Morales en 2019 y las denuncias de “golpe de estado” desde el actual gobierno encabezado por Luis Arce-, todo esto derivó en violencia.
Efectivamente, desde el pasado lunes (se cumplen cuatro días del paro nacional) en varias regiones del país como Santa Cruz, Cochabamba, Tarija, La Paz o Potosí, se han suscitado enfrentamientos entre manifestantes con la Policía y movimientos a fines al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). Incluso, en sitios como Potosí, recientemente se lamentó el fallecimiento de una persona.
Por su parte, desde el gobierno de Arce, la convocatoria es a “defender la democracia” en el entendido de que hay intentos de desestabilización.
¿Qué dice la Iglesia ante todo esto?
“Lamentamos que haya un fallecimiento en Potosí, los obispos siempre están pidiendo que haya la posibilidad de sentarse a dialogar, creemos que la violencia no es el camino”.
Así se expresó recientemente el padre adre Diego Plá, secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana. Lo hizo durante una conferencia de prensa desde la Arquidiócesis de Cochabamba, tal cual recuerda Iglesia Viva.
“Dios quiera que no haya más derramamiento de sangre; nuestra posición es invitar a ambas partes a que se sienten a dialogar, que no hayan posturas de enfrentamiento, y tengamos que lamentar más muertes, ustedes saben que cada vida humana es única e irrepetible, que se privilegie el diálogo, exponer ideas y llegar a acuerdos, no optar por la violencia y enfrentamiento”, continuó.
Al servicio del pueblo
Plá recordó que la Iglesia siempre tendrá una posición de facilitadora si así lo solicitan las partes:
“La Iglesia está al servicio del pueblo de Dios, tanto los sacerdotes, como los obispos, somos servidores de nuestro pueblo, y si el pueblo nos solicita un servicio ahí estaremos para ayudar y colaborar”.
Las declaraciones de Plá se dieron antes de la inauguración de la 109 Asamblea Plenaria de Obispos de Bolivia que se realiza hasta el 16 de noviembre. Es de esperar, en base al desarrollo de los acontecimientos, que haya algún pronunciamiento con respecto a todo esto que está pasando.